La joven participante de Gran Hermano, Zoe Bogach, vivió un momento emotivo y angustiante al cumplir la promesa que había hecho para permanecer en el reality. La tarea consistía en limpiar el baño compartido de la casa, y aunque sus compañeros intentaron motivarla, Zoe no pudo contener las lágrimas y expresó su asco ante la situación.

A través de la experiencia, la participante ganó un nuevo respeto por el trabajo de las personas que realizan esta labor diariamente, reflexionando sobre la dificultad y la importancia de dicha tarea.