Wanda Nara volvió a hacerlo. Esta vez no fue por una campaña, una cartera ni una portada de revista, sino por una audiencia judicial. La empresaria argentina se presentó este miércoles en los tribunales de Milán para una nueva instancia de su proceso de divorcio con Mauro Icardi, pero lo que capturó todas las miradas no fue el expediente legal, sino su llegada teatral en un Lamborghini rosa descapotable.

Las cámaras de Puro Show captaron el momento exacto en que Wanda irrumpió en la escena como si se tratara de una alfombra roja. Al advertir la presencia de la prensa, aceleró sin emitir palabra, pero ya era tarde: las imágenes comenzaron a viralizarse a toda velocidad. Otra entrada triunfal en el manual de estilo de Nara.

“Es uno de sus autos, era azul antes”, deslizó la influencer Pochi de Gossipeame, con tono enigmático. ¿Mensaje cifrado? ¿Estrategia visual? ¿Simple capricho? Todo es posible cuando se trata del universo Wanda. Pampito, desde el piso de Nosotros a la Mañana, lo resumió con admiración: “Esto es en directo desde Milán, está llegando, es espectacular”.

Y así, mientras hace apenas unos días mostraba su colección de carteras de lujo en redes sociales, hoy volvió a ocupar titulares por el tono rosa de un coche y el silencio frente a una causa judicial que define su futuro personal y económico. ¿Coincidencia o cálculo? En el caso de Wanda, pocas cosas parecen quedar libradas al azar.

El proceso de divorcio con Icardi —padre de dos de sus hijos y aún su esposo legal— se lleva adelante en un clima de filtraciones, rumores y un pacto tácito de no hablar, pero sí mostrar. Porque si algo domina Wanda es el lenguaje de lo visual, la narrativa del gesto. No hace falta que hable: su entrada en Lamborghini dice más que cualquier declaración oficial.

Lo que para otros sería un momento íntimo o doloroso, para Wanda es una nueva escena de su reality permanente. Y quizás ahí radica la verdadera clave de su figura: sabe que la exposición no se evita, se gestiona. Y si hay que ir al tribunal, mejor que sea con luces, cámaras y un superdeportivo que rompa las redes.

Por ahora, ni ella ni Icardi han hecho comentarios. Pero si algo es seguro, es que el divorcio más mediático del fútbol argentino-europeo seguirá generando titulares. Y que Wanda, como siempre, sabrá cómo estar en el centro.