Una píldora diaria llamada orforglipron podría cambiar radicalmente la manera en que se trata la obesidad y la diabetes tipo 2. Según los resultados preliminares anunciados por la farmacéutica Eli Lilly, este nuevo fármaco oral ha demostrado una eficacia comparable a la de los exitosos inyectables como Ozempic y Mounjaro, ambos de la misma clase de medicamentos conocidos como GLP-1.

Los datos clínicos, aún no revisados ​​por pares, indican que orforglipron redujo significativamente los niveles de azúcar en sangre (entre un 1,3 % y un 1,6 % de disminución de A1C) y promovió una pérdida de peso promedio de 7 kilos en pacientes con diabetes tipo 2, durante un tratamiento de 40 semanas. Estos resultados son similares a los obtenidos por los fármacos inyectables, aunque Mounjaro mostró una pérdida de peso ligeramente mayor en estudios anteriores.

Además de los beneficios clínicos, esta pastilla representa una innovación tecnológica notable. Mientras que los medicamentos GLP-1 inyectables son péptidos —moléculas que no pueden administrarse por vía oral porque se digieren en el estómago—, orforglipron es una molécula no peptídica que logra activar los mismos receptores en el cuerpo. Es, en palabras del director científico de Eli Lilly, “el santo grial” de la química farmacéutica.

La existencia de un GLP-1 en pastilla podría eliminar muchas barreras al tratamiento: no necesita refrigeración, no requiere inyecciones, y su producción podría facilitar el acceso global. En países en desarrollo, donde las versiones inyectables siguen siendo prohibitivamente caras, una pastilla accesible podría ser transformadora.

No obstante, la historia aún está por escribirse. Lilly solicitará la aprobación del fármaco ante la FDA para obesidad a multas de 2025 y para diabetes en 2026. Aún no se conocen detalles sobre el precio de orforglipron, aunque analistas estiman que será inferior al de los inyectables, pero aún por encima de los 500 dólares mensuales en Estados Unidos.

En paralelo, otras farmacéuticas han abandonado sus intentos de desarrollar píldoras GLP-1 por preocupaciones sobre efectos secundarios. Eli Lilly asegura que orforglipron no mostró daño hepático en los ensayos hasta ahora, pero los expertos advierten que la seguridad a largo plazo solo podrá confirmarse cuando se utilice en millones de personas.

Con más de mil millones de personas con obesidad y 700 millones con diabetes tipo 2 proyectados para las próximas décadas, la carrera por alternativas efectivas y accesibles está en marcha. Orforglipron no solo podría redefinir el estándar de tratamiento, sino también alterar el equilibrio de poder y costos en el mercado farmacéutico global.

“Las inyecciones no pueden ser la solución para miles de millones de personas en todo el mundo”, afirmó el Dr. Daniel Skovronsky, de Eli Lilly.

Por el nytimes:https://www.nytimes.com/2025/04/17/health/pill-glp-1-eli-lilly.html

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