El caso tuvo lugar el domingo 13 de abril, cuando la familia de la menor, residente en la ciudad de Taft, notificó su desaparición a la Oficina del Sheriff del Condado de Kern. Al rastrear su actividad digital, los agentes descubrieron que la niña había estado en comunicación con Matthew Macatuno Naval, de 27 años, a través de dichas aplicaciones.
Con esta información, las autoridades lograron localizar a ambos en la ciudad de Elk Grove, a más de 400 kilómetros del hogar de la víctima. La menor fue rescatada sin que se reportaran lesiones visibles, y el sospechoso fue detenido en el lugar. Actualmente permanece bajo custodia con una prometida impuesta de 250.000 dólares y enfrentará cargos por secuestro y conducta sexual ilícita con una menor.
Según confirmaron las autoridades, Naval se comunicó con la niña a través de Roblox, un entorno virtual de juegos populares entre niños, y Discord, una aplicación de mensajería utilizada tanto para juegos como para comunidades en línea. Ambas plataformas permiten la interacción directa entre usuarios, lo que las convierte en entornos propensos a abusos si no se supervisan adecuadamente.
La Oficina del Sheriff instó a los padres a monitorear las actividades digitales de sus hijos y recordó que muchas apps “cuentan con funciones de mensajería que pueden representar el mismo nivel de riesgo —o incluso mayor— que las redes sociales”.
Tras conocerse el caso, los voces de Roblox y Discord afirmaron que ambas compañías colaboran activamente con las autoridades en casos de explotación infantil y cuentan con políticas estrictas contra este tipo de conductas.
Un portavoz de Roblox expresó que la empresa considera el incidente “profundamente preocupante” y destacó que la plataforma cuenta con filtros de contenido, sistemas de denuncia y monitoreo de interacciones. Por su parte, Discord informó que tomó medidas inmediatas, como la suspensión de cuentas, y compartió información con el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC).
Alerta creciente
El incidente vuelve a encender las alarmas sobre la exposición de menores en entornos digitales y la necesidad de reforzar tanto la educación como los sistemas de protección. Si bien la intervención policial permitió recuperar a la menor en pocas horas, el caso refuerza una advertencia clave: la supervisión en línea sigue siendo fundamental para prevenir situaciones de riesgo.