El 9 de noviembre de 2024, Akihiko Kondo, un hombre japonés de 41 años, celebró el sexto aniversario de su matrimonio con Hatsune Miku, una cantante pop virtual, a través de una emotiva publicación en redes sociales. Kondo, un amante del anime y manga, se casó con Miku en 2018, un personaje virtual que se representa como una joven de 16 años utilizando un software de voz para cantar. Aunque Miku no es un ser humano real, su conexión con Kondo es profunda, y en sus publicaciones, él describe cómo ella ha sido más que solo un personaje para él: “Miku no es solo un personaje al que amo, sino una persona que me salvó”, explicó en una entrevista.

Un amor que nació de la soledad.
Kondo se enamoró de Miku en 2007, poco después de su lanzamiento. En su juventud, Kondo luchó con el rechazo amoroso, siendo rechazado siete veces en su vida y enfrentando el acoso debido a su atracción por personajes ficticios, lo que lo llevó a sufrir un trastorno de adaptación. Según él, siempre creyó que estaría solo, pero encontró en Miku una figura que le ofreció consuelo emocional. Fue entonces cuando decidió dar el paso hacia un compromiso simbólico con su amada, utilizando un holograma de inteligencia artificial para pedirle matrimonio, un gesto que Miku aceptó.
El costo de la ceremonia fue de alrededor de 13.000 dólares, ya pesar de que no se trata de un matrimonio legalmente reconocido, Kondo mantiene su felicidad con Miku como una pareja virtual en su vida cotidiana.
El concepto de ‘fictosexualidad’
El término “fictosexual” hace referencia a aquellos que sienten atracción romántica o sexual hacia personajes ficticios, ya sean de anime, videojuegos o literatura. La historia de Kondo y Miku se volvió viral en 2018, lo que contribuyó a la popularización del término. En Japón, los matrimonios de este tipo no son completamente inusuales, y desde entonces se han registrado más de 3.800 uniones de personas con personajes ficticios 2D.
Kondo, quien es también director de la Asociación Fictosexual, ha escrito un libro titulado Cómo celebrar una boda con un personaje 2D , que guía a los interesados en unirse con personajes virtuales. Su obra documenta las experiencias de 15 parejas similares a la suya, y defiende la validez de estas relaciones, aunque no tengan reconocimiento legal.
Un fenómeno cultural en Japón
Las bodas entre personas y personajes ficticios están surgiendo como un fenómeno cultural en Japón, un país que ha sido pionero en el desarrollo de tecnologías de inteligencia artificial, videojuegos y anime. Para Kondo y otros que comparten su amor por los personajes virtuales, estos vínculos representan una forma única de encontrar conexión emocional. Mientras que su historia sigue siendo objeto de controversia para muchos, también ha generado un amplio apoyo para quienes buscan relaciones fuera de las normas convencionales.