El caso de Adam Corden Britton, un zoólogo australiano de renombre, ha dejado conmocionada a la comunidad internacional. Britton, conocido por su trabajo con cocodrilos y por haber colaborado con el famoso biólogo David Attenborough, se ha declarado culpable de múltiples delitos horrendos, incluyendo la violación, tortura y asesinato de decenas de perros, así como la posesión y distribución de material de abuso sexual infantil.
El tribunal ha revelado detalles escalofriantes: desde 2014, Britton abusó de sus propias mascotas y, en un período de menos de dos años, adquirió al menos 42 perros a través de internet, de los cuales torturó y asesinó a 39. Las mascotas eran adquiridas bajo el pretexto de que serían bien cuidadas, solo para ser sometidas a actos indescriptibles dentro de un contenedor modificado con cámaras en su propiedad en Darwin, Australia.
Además de estos crímenes, Britton compartía videos de sus atrocidades en un grupo encriptado de Telegram, donde interactuaba con otros individuos con tendencias sádicas similares. En la propiedad del zoólogo, las autoridades encontraron restos de animales, juguetes sexuales y dispositivos de grabación, evidencias que confirman el alcance de su depravación.
El juicio de Britton ha comenzado, y su sentencia será deliberada en una fase que podría extenderse durante varios días. La gravedad de sus crímenes ha sacudido no solo a Australia, sino al mundo entero, llamando la atención sobre la necesidad de mayores controles y vigilancia en casos de abuso animal y otras formas de violencia extrema.
