Un crimen brutal conmocionó a la comunidad de Búzios, Brasil, en diciembre de 2023, cuando Florencia Aranguren, una joven argentina de 31 años, fue asesinada mientras paseaba a su perro, Tronco. Hoy, ese mismo perro se convirtió en una pieza clave para identificar al responsable y llevarlo a juicio.
Florencia se había mudado hacía apenas tres días al balneario brasileño, en medio de trámites para obtener la ciudadanía italiana. La mañana del 6 de diciembre salió con Tronco rumbo a la playa, como mostraron las cámaras de seguridad. Nunca regresó.
Su cuerpo fue hallado con múltiples puñaladas, y Tronco, su perro, permanecía junto a ella, en actitud protectora. La policía, al iniciar la investigación, se topó con un sospechoso: Carlos José de França, un hombre con antecedentes por violación y robo, que debía estar cumpliendo una condena de 15 años pero había recibido libertad anticipada por “buena conducta”.
Lo más llamativo ocurrió al momento de trasladar a França: Tronco, que se había mostrado tranquilo durante todo el operativo, reaccionó violentamente al verlo. Esa respuesta fue clave para que los agentes se enfocaran en él. Poco después, las pruebas lo vincularon directamente con el crimen.
Según la investigación, el hombre intentó abusar de Florencia, y ante su resistencia, la asesinó. El juicio comenzó el 9 de abril de 2025, con manifestaciones en Buenos Aires frente a la embajada de Brasil, donde amigos y familiares piden justicia por Florencia.
Tronco, el perro que vivió con ella en Argentina, España y Brasil, no solo fue su compañero fiel: también se convirtió en testigo silencioso de un femicidio, y en pieza clave para que no quede impune.
