En un esfuerzo por entender cómo envejece el cerebro femenino, un grupo de estudios recientes ha explorado diversos factores, desde un gen que podría ralentizar el envejecimiento cerebral hasta el impacto de la terapia hormonal y la menopausia en la salud cerebral, particularmente en relación con la enfermedad de Alzheimer. Estos estudios ofrecen nuevas perspectivas sobre cómo los factores biológicos pueden influir en la salud cerebral y abren puertas a posibles tratamientos para el envejecimiento cognitivo.

Una gen que ralentiza el envejecimiento cerebral
Uno de los estudios más impactantes, publicado en Science Advances , ha descubierto un gen en ratones que parece rejuvenecer el cerebro femenino. En investigaciones anteriores, se había demostrado que el cerebro de las mujeres envejece más lentamente que el de los hombres, y la Dra. Dena Dubal, de la Universidad de California en San Francisco, y su equipo querían descubrir la causa de esta “resiliencia femenina”. Se centraron en los cromosomas X, ya que las mujeres tienen dos de ellos, mientras que los hombres solo uno.
Durante su investigación, los científicos observaron el envejecimiento del hipocampo en ratones, una región del cerebro fundamental para la memoria y la cognición. Lo que descubrieron fue sorprendente: los cromosomas X “silenciados” en las hembras se “despertaban” a medida que envejecían, lo que parecía rejuvenecer el cerebro. Los investigadores se concentraron en el gen Plp1 , que produce una proteína clave para la mielina, una sustancia que recupera las células nerviosas y facilita la comunicación neuronal. Cuando se administra una dosis de Plp1 a ratones masculinos envejecidos, su memoria y cognición mejoran notablemente, sugiriendo que incluso en cerebros envejecidos se puede restaurar cierta funcionalidad.
La terapia hormonal y su impacto en el cerebro
Otro estudio revisó los efectos de la terapia hormonal sobre el cerebro, especialmente en mujeres mayores. El uso de terapia hormonal es común para aliviar los síntomas de la menopausia, pero su impacto en la salud cerebral ha sido un tema de debate, especialmente después de que la Women’s Health Initiative en 2003 encontró que ciertos tratamientos hormonales podían duplicar el riesgo de demencia. Sin embargo, investigaciones posteriores sugieren que los riesgos dependen de la edad en la que se inicia el tratamiento.
El estudio más reciente, realizado por la neurocientífica Rachel F. Buckley y su equipo en el Hospital General de Massachusetts, encontró que las mujeres mayores de 70 años que habían recibido terapia hormonal mostraronn una mayor acumulación de tau , una proteína asociada con el Alzheimer, en comparación con las mujeres que nunca la recibieron. Aunque la presencia de más tau no indica necesariamente que las mujeres desarrollen Alzheimer, los hallazgos sugieren que la terapia hormonal podría influir en el riesgo de esta enfermedad en la edad avanzada. Sin embargo, el estudio fue observacional, lo que significa que no puede establecer una relación causa-efecto definitiva.
En un tercer estudio, investigadores de la Universidad de Sunnybrook en Toronto examinaron el impacto de la edad en el inicio de la menopausia en el riesgo de Alzheimer. Contrario a lo que se pensaba, no encontraron una relación significativa entre una menopausia temprana y el deterioro cognitivo o el aumento de los riesgos asociados con el Alzheimer. Sin embargo, notaron que las sinapsis cerebrales de las mujeres con menopausia temprana parecían más vulnerables a cambios relacionados con el Alzheimer a medida que envejecían. Lo interesante es que no se observará este efecto en las mujeres con menopausia temprana que usaron terapia hormonal.
Estos hallazgos desafiaron las expectativas, ya que muchos pensaban que las mujeres que pasaban por la menopausia más temprana, cuando los niveles de estrógeno caen, experimentarían un mayor deterioro cerebral. Sin embargo, algunos expertos sugieren que los análisis estadísticos y los modelos utilizados en el estudio podrían haber llevado a conclusiones erróneas. Incluso si los resultados fueran precisos, los efectos de la menopausia temprana sobre la patología del Alzheimer podrían ser mínimos.
Estos tres estudios subrayan la complejidad de la relación entre el envejecimiento, la terapia hormonal y la salud cerebral en las mujeres. El hallazgo de un gen que rejuvenece el cerebro femenino es prometedor, pero se necesitan más estudios para entender cómo este descubrimiento puede aplicarse a los humanos. En cuanto a la terapia hormonal, los resultados son mixtos, lo que resalta la importancia de individualizar los tratamientos y de realizar más investigaciones para entender los efectos a largo plazo. Finalmente, la menopausia temprana y su relación con el Alzheimer sigue siendo un área de debate, y se requieren más estudios para aclarar los efectos del momento de la menopausia en el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas.