En un hecho que conmociona a la localidad de Guaymallén, Mendoza, una mujer de 82 años disparó a su hijo de 52 años, Vicente Eugenio Mazziotti, quien tiene un trastorno del espectro autista (TEA). La trágica situación ocurrió en su vivienda ubicada en la calle Pedro Vargas, donde ambos convivían. Según fuentes policiales, el incidente tuvo lugar el miércoles por la tarde cuando la madre utilizó un arma calibre 22, impactando en la sien y abdomen de su hijo, quien actualmente permanece internado en estado crítico en el Hospital Central.

La madre, cuyo nombre no fue divulgado, fue detenida en el lugar de los hechos. Según declaraciones preliminares, ella expresó sentirse incapaz de seguir cuidando de su hijo debido a su avanzada edad y a las dificultades que presentaba su rol como cuidadora principal. La policía incautó el arma utilizada en el ataque, y el caso ahora está siendo investigado por el fiscal Carlos Torres, quien se encuentra evaluando otros posibles factores que pudieron influir en la dramática decisión de la mujer.
Este caso destaca las difíciles realidades que enfrentan muchas familias cuando los cuidadores principales, especialmente aquellos de avanzada edad, deben hacerse cargo de personas con necesidades especiales o discapacidades. La carga física y emocional puede volverse insostenible, y las limitaciones de recursos y apoyo a menudo agravan la situación, llevando a desenlaces extremos como este.
La comunidad de Guaymallén y las autoridades locales observan de cerca el desarrollo de esta investigación, que reabre el debate sobre la necesidad de asistencia adecuada para cuidadores de personas con discapacidades. La tragedia de Vicente y su madre resalta la urgente necesidad de programas de apoyo y alternativas que brinden un respiro a quienes dedican sus vidas al cuidado de familiares dependientes.