Una empresa británica ha revolucionado las redes sociales con una oferta laboral insólita: contratar un asistente personal para cuidar a un gato de oficina con una rutina y exigencias muy particulares. La vacante, publicada en una plataforma oficial del gobierno del Reino Unido, ofrece un salario de 65 libras por hora, lo que equivale a un sueldo atractivo para quienes aman a los animales y cuentan con experiencia profesional en su cuidado.

El felino, residente en las oficinas de una empresa de jets privados en Londres, no es un gato común y corriente. Este gato de pelo corto requiere un entorno de tranquilidad absoluta, una rutina estricta y cuidados personalizados para mantener su bienestar físico y emocional.
Entre las responsabilidades del asistente personal están proveerle leche fresca y comida premium dos veces al día, realizar un cepillado diario suave, y monitorear su estado anímico para garantizar que el ambiente laboral se mantenga sereno y sin ruidos molestos. Además, cada viernes, el asistente debe preparar una sesión de música clásica para favorecer la relajación del gato, y una vez al mes visitar los lujosos almacenes Harrods para comprar nuevos juguetes que mantengan estimulado al sofisticado felino.
Aunque la oferta puede parecer graciosa o exagerada para algunos, el puesto requiere preparación profesional y sensibilidad para atender a un animal con “temperamento delicado” y “sensibilidad emocional acentuada”. La empresa asegura que el bienestar del gato impacta directamente en la productividad y el ambiente laboral, por lo que su cuidado es una prioridad.
La influencer y experta en reclutamiento Felicity Abbott viralizó la oferta a través de TikTok, destacando que el empleo puede ser a tiempo parcial o completo, con jornadas promedio de 40 horas semanales. Esto convierte al trabajo en una oportunidad única para quienes deseen combinar su amor por los gatos con un ingreso considerable.
El anuncio ha generado diversas reacciones a nivel global. Mientras algunos usuarios celebran lo que llaman “el mejor trabajo del mundo”, otros cuestionan la creciente humanización de las mascotas