Durante años, pacientes han preguntado por el popular fármaco antiparasitario, especialmente desde que ganó notoriedad en la pandemia. Pero en los últimos meses, Johnson —del Instituto Oncológico Huntsman, en la Universidad de Utah— ha notado un alza significativa en este tipo de consultas, impulsadas por declaraciones virales y desinformación.
En enero, el actor Mel Gibson dijo en el pódcast de Joe Rogan que tres amigos con cáncer avanzado mejoraron tras tomar ivermectina. El episodio tuvo más de 10 millones de vistas en YouTube, lo que impulsó una avalancha de búsquedas en Google y publicaciones en redes sociales. Al mismo tiempo, políticos de varios estados, como Arkansas, Texas y Georgia, están promoviendo leyes para facilitar el acceso a este medicamento sin receta.
Sin embargo, no existe evidencia científica de que la ivermectina trate el cáncer. Y aunque algunos estudios en laboratorio muestran efectos promisorios en células y ratones, los médicos advierten que aún falta un largo camino por recorrer.
“No hay estudios rigurosos que prueben que cura el cáncer en humanos”, afirma Johnson. “Pero algunos pacientes abandonan tratamientos efectivos por esta alternativa sin base. Y eso puede ser fatal.”
¿Qué se sabe sobre la ivermectina?
La ivermectina fue un gran avance contra infecciones parasitarias como la oncocercosis y la estrongiloidiasis. Por su impacto, dos de sus descubridores recibieron el Premio Nobel en 2015. Está aprobada por la FDA para uso humano en infecciones específicas, y también se usa en veterinaria.
Pero cuando se ha probado para otras enfermedades, como la covid, ha fallado: no redujo los síntomas ni la hospitalización más que un placebo. Para el cáncer, los científicos apenas comienzan a explorar su potencial, siempre en fases preclínicas o como complemento a otras terapias, como la inmunoterapia.
Según el doctor Peter Lee, del Instituto Beckman, algunos estudios sugieren que puede activar señales del sistema inmunológico que afectan a ciertas células tumorales. Pero aún no se ha comprobado su eficacia ni su seguridad en humanos con cáncer.
“Parece prometer en el laboratorio, pero eso no significa que funcione en personas”, explica Lee.
El peligro de usarla sin control
El principal riesgo, advierten los expertos, es que pacientes cambien tratamientos probados por una cura milagrosa no comprobada. También hay riesgos al combinar ivermectina con otras terapias oncológicas, ya que puede afectar cómo se metabolizan ciertos medicamentos.
En dosis elevadas, puede ser tóxica: causar convulsiones, visión borrosa o incluso coma, según la FDA. Y no se conoce el efecto de su uso prolongado.
“Si no hay beneficio comprobado, solo hay riesgo”, dice el doctor David Boulware, de la Universidad de Minnesota.
En este contexto, el acceso sin receta preocupa a los médicos. Temen que, al estar disponible sin supervisión, la automedicación irresponsable aumente los efectos adversos.
Fuente: The New York Times (Traducción y adaptación):https://www.nytimes.com/es/2025/04/01/espanol/ivermectina-para-que-sirve-cancer-covid.html