El empresario de criptomonedas Sam Bankman-Fried, conocido como SBF, ha sido sentenciado a 25 años de prisión por su papel en el colapso de la plataforma FTX. Este evento marca el desenlace de un escándalo que sacudió al mundo de las criptomonedas y que llevó a la bancarrota de FTX, una vez considerada una de las principales plataformas de intercambio de criptomonedas.

FTX pasó de ser una plataforma en ascenso, con una valoración de mercado de 32 mil millones de dólares a principios de 2022, a convertirse en el centro de uno de los mayores fraudes en la historia de Estados Unidos. La rápida caída de la empresa fue impulsada por una serie de revelaciones que sacaron a la luz problemas financieros significativos, incluido un agujero contable de 8 mil millones de dólares.
Las revelaciones sobre la relación entre FTX y el fondo de cobertura Alameda Research, fundado por SBF, desencadenaron una cascada de eventos que llevaron al colapso de la plataforma. La detención de SBF en Bahamas, donde residía lujosamente, marcó el comienzo de un largo proceso legal que culminó con su condena a 25 años de prisión por cargos que incluyen conspiración, fraude, fraude electrónico y blanqueo de capitales.
El caso de FTX ha dejado una marca indeleble en la industria de las criptomonedas, provocando una crisis en el mercado y llevando al bitcoin a mínimos de 17 mil dólares, muy por debajo de sus máximos históricos. Aunque el mercado de las criptomonedas ha mostrado signos de recuperación desde entonces, el colapso de FTX sigue siendo un recordatorio de los riesgos asociados con esta industria.
A pesar de los esfuerzos por resucitar la compañía, el administrador designado para la bancarrota ha rechazado todas las ofertas de compra, lo que confirma la extinción de FTX. Dos años y medio después del escándalo, la sentencia de SBF marca el final de un capítulo oscuro en la historia de las criptomonedas.
