El debut del influencer y streamer Iván Buhajeruk, conocido como Spreen , en el empate entre Deportivo Riestra y Vélez Sarsfield generó una ola de críticas. Apenas estuvo ocho segundos en el campo, antes de ser reemplazado, lo que muchos interpretaron como una maniobra más publicitaria que deportiva. Ante las críticas, el club emitió un comunicado disculpándose por lo que catalogó como “una acción de marketing”, buscando aclarar sus intenciones y destacar que en ningún momento pretendieron faltar al respeto al club rival o al fútbol argentino en general.

Riestra inscribió a Spreen en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) hace unos meses, generando expectativa en redes sociales. El lunes, se confirmó que el streamer jugaría como titular contra el puntero Vélez, lo que desató polémica. Desde el club explicaron que el entrenador Cristian “Ogro” Fabbiani informó previamente a su par velezano, Gustavo Quinteros, sobre la jugada, asegurando que no buscaban ofender ni desvirtuar el partido.
Fabbiani detalló que el objetivo de esta movida era “ganar visibilidad para el club”. Sin embargo, el rápido cambio de Spreen no le permitió ni tocar el balón, lo que aumentó las críticas. “Fue por única vez; no volverá a jugar”, afirmó Fabbiani, quien admitió haber trabajado para que la maniobra no afectara la dinámica del equipo.
La insólita comparación con el Real Madrid
El comunicado del club también defendió la inclusión de Spreen como una estrategia para captar audiencias jóvenes. Comparándose con la estrategia del Real Madrid y mencionando al presidente del club español, Florentino Pérez, Riestra justificó que buscaba “atraer nuevas generaciones” hacia el fútbol. En palabras del club, “los jóvenes de hoy se proyectan en redes sociales y conectan con figuras como Spreen”, por lo que vieron esta joven inclusión como una oportunidad para acercar el deporte a una audiencia más.
A pesar de los intentos por justificar su iniciativa, muchos en el ámbito futbolístico consideran que la “acción de marketing” quedó corta y hasta podría haber interpretado como una falta de respeto hacia la tradición deportiva del fútbol argentino.