En una reciente entrevista para el podcast DocFix , John Mathieson, director de fotografía de Gladiator II , no se guardó nada al criticar al legendario cineasta Ridley Scott. Mathieson, quien ha trabajado en seis películas junto a Scott, incluyendo el éxito original Gladiator , Matchstick Men y Kingdom of Heaven , describió un cambio significativo en el estilo de trabajo del director a lo largo de los años.

Según Mathieson, Scott ahora prioriza la velocidad sobre el detalle, lo que ha repercutido negativamente en la calidad visual de sus últimas producciones. “Es bastante impaciente”, afirmó el director de fotografía, refiriéndose al uso de múltiples cámaras en el set. Este enfoque, señaló, sacrifica la iluminación y la atención a los detalles, elementos esenciales en la creación de profundidad y estética en el cine.
Mathieson también destacó cómo Scott delega en exceso a los equipos de efectos visuales, permitiendo que detalles técnicos como sombras, micrófonos visibles o elementos del set mal colocados sean “arreglados en postproducción”. Para Mathieson, este enfoque refleja “pereza” y una pérdida del cuidado artesanal que definió las primeras obras de Scott.
“Mira sus películas anteriores”, argumentó Mathieson. “La iluminación era parte vital de la narrativa, daba profundidad y riqueza. Ahora todo es ‘prisa, prisa, prisa’, cubriendo escenas desde varios ángulos sin el esmero de antes”.
Scott, de 87 años, ha demostrado ser un incansable creador en los últimos años, con cuatro películas estrenadas en tres años ( The Last Duel , House of Gucci , Napoleón , y Gladiator II ) y múltiples proyectos en desarrollo, incluyendo una biopic sobre los Bee Gees y un tercer capítulo de la saga Gladiator . Sin embargo, las palabras de Mathieson arrojan dudas sobre si el ritmo frenético está afectando la calidad artística que alguna vez definió su carrera.

A pesar de las críticas, Ridley Scott sigue siendo una figura influyente en Hollywood. Su legado, compuesto por clásicos como Blade Runner y Alien , es innegable, pero las palabras de un colaborador tan cercano como Mathieson invitan a reflexionar: ¿se está priorizando la cantidad sobre la calidad en el caso de su carrera?