- El historial familiar y médico del sospechoso, de 20 años, es ahora parte central de la investigación tras el ataque que dejó dos muertos y seis heridos en la Universidad Estatal de Florida.

Phoenix Ikner, el joven de 20 años señalado como el autor del tiroteo en el campus de la Universidad Estatal de Florida (FSU), fue víctima de un secuestro parental en su infancia que lo llevó a vivir varios meses fuera del país, según documentos judiciales divulgados este viernes.
El hecho ocurrió en 2015, cuando Ikner —entonces conocido como Christian Gunnar Eriksen— fue llevado sin autorización legal por su madre biológica, Anne-Mari Eriksen, desde Florida hasta Noruega. La mujer había dicho al padre del niño que saldrían de vacaciones, pero nunca regresaron. Durante ese período, el menor perdió citas médicas y escolares, incluyendo tratamientos por un trastorno hormonal y TDAH, según consta en declaraciones juradas revisadas por PEOPLE .
A su regreso a Estados Unidos, Anne-Mari Eriksen fue procesada por retirarse ilegalmente a un menor del estado. Se declaró “no contest” y fue sentenciada por los cargos. No está claro si Phoenix retomó el contacto con ella tras el episodio.
El tiroteo en FSU ocurrió el jueves 17 de abril y dejó dos personas muertas y seis heridas. Ikner fue herido por la policía y permanece hospitalizado bajo custodia. Según el sheriff del condado de León, Walter McNeil, el arma usada sería propiedad de su madrastra, Jessica Ikner, una subalguacil local. Las autoridades investigan cómo accedió a ella.
En paralelo a la causa penal, se analiza el entorno familiar, médico y psicológico del sospechoso. Investigadores exploran si su historia de vida, marcada por conflictos legales, problemas de salud y posibles ideas radicalizadas, puede haber influido en sus acciones.
La Universidad suspendió sus actividades en el campus de Tallahassee y habilitó recursos de apoyo para estudiantes y personal. Mientras tanto, el caso continúa desarrollándose, con el pasado de Ikner bajo un escrutinio cada vez más intenso.