La polémica en torno a JK Rowling volvió a encenderse esta semana tras la sentencia del Tribunal Supremo del Reino Unido que establece que, según la ley de igualdad, solo las mujeres biológicas pueden ser reconocidas legalmente como mujeres. La autora de Harry Potter tomó la decisión con una imagen en redes sociales que muestra a una mujer (implícitamente ella) fumando un puro y con una copa de alcohol, acompañada del mensaje: “Me encanta cuando un plan sale bien”.

La respuesta no tardó en llegar. Nicola Coughlan, actriz irlandesa que interpreta a Penelope Featherington en Bridgerton , expresó con dureza sobre el fallo judicial y criticó abiertamente a Rowling:
“Ver cómo una comunidad ya marginada es atacada y atacada aún más de manera legal es realmente repugnante y desagradable, y ver a la gente celebrarlo es aún más repugnante y desagradable”, declaró.
Además, lanzó un mensaje contundente contra la nueva serie del universo Harry Potter que prepara Max, con Rowling como productora ejecutiva:
“No tocaría [el programa] ni con un palo de tres metros. Quédense con sus nuevos chicos deHarry Potter“, dijo con ironía.
Como parte de su reacción, Coughlan también promovió una campaña de recaudación de fondos para la organización benéfica Not A Phase , que apoya a personas trans en el Reino Unido. En cuestión de días, la iniciativa superó los 130.000 dólares en donaciones.
Rowling, por su parte, no ha respondido directamente a los comentarios de Coughlan, aunque continúa defendiendo sus posturas afirmando que no se opone a los derechos de las personas trans, sino que lucha por proteger los derechos y espacios de las mujeres “basados en el sexo biológico”.
La discusión sobre la identidad de género sigue dividiendo a la opinión pública en el Reino Unido y en buena parte del mundo. Mientras que Rowling recibe el respaldo de ciertos sectores que comparten su visión sobre el sexo y el género, figuras como Emma Watson y Daniel Radcliffe —protagonistas de la saga Harry Potter— han expresado públicamente su desacuerdo con la escritora, mostrando su apoyo a la comunidad trans.

En medio de esta disputa, lo que queda claro es que el universo creado por Rowling continúa generando debates que trascienden la literatura y el entretenimiento, y que exponen las tensiones culturales y políticas sobre cómo se entiende y legisla la identidad de género en la actualidad.