Neil Gaiman, uno de los escritores de fantasía más influyentes del siglo XXI, vive su etapa más oscura. Aclamado por obras como The Sandman, Coraline y Good Omens, hoy enfrenta una crisis que no se resuelve con imaginación ni retórica: múltiples denuncias de agresión sexual, una demanda federal por tráfico humano y la caída estrepitosa de sus proyectos audiovisuales.

Lo que comenzó como una acusación aislada por parte de una exempleada en 2024, escaló a una cascada de testimonios. A julio de 2025, son al menos doce las mujeres que aseguran haber sufrido abuso físico, psicológico o sexual por parte del autor británico.

La demanda más contundente fue presentada por Scarlett Pavlovich, quien trabajó como asistente personal de Gaiman durante más de cinco años. En ella, no solo se denuncia agresión sexual, sino también trata de personas, alegando que Gaiman y su entonces esposa, la cantante Amanda Palmer, la forzaron a mantenerse en una situación de servidumbre emocional, profesional y sexual.

Pavlovich elevó la denuncia en tres estados norteamericanos Wisconsin, Massachusetts y Nueva York, pero el equipo legal de Gaiman busca trasladar el proceso a Nueva Zelanda, país donde ocurrieron varios de los hechos denunciados. Gaiman ha negado todo desde el primer día, alegando que las relaciones fueron consentidas y presentando supuestos mensajes de WhatsApp como evidencia.

“Estas acusaciones son ficciones, distorsiones construidas para hacer daño”, declaró en marzo su abogado, apelando a la “naturaleza consensuada” de sus relaciones íntimas pasadas.

🎬 Netflix, Amazon y el congelamiento creativo

Las repercusiones fueron inmediatas en la industria. Netflix anunció en abril que The Sandman, su multimillonaria adaptación del cómic de culto, no continuaría tras su segunda temporada. Oficialmente, la decisión se justificó por “el cierre natural de la narrativa”, pero fuentes cercanas a la producción señalaron que las acusaciones contra Gaiman aceleraron la cancelación.

Amazon Prime Video, por su parte, redujo la planeada tercera temporada de Good Omens a un solo episodio final de 90 minutos. Otros proyectos como Anansi Boys, Dead Boy Detectives y la esperada adaptación de The Graveyard Book han sido pausados o directamente archivados.

Incluso la editorial HarperCollins ha revisado sus contratos futuros con el autor, y librerías en Reino Unido reportan una caída del 37% en ventas de sus títulos desde que se conocieron las denuncias.

Las audiencias están previstas para el segundo semestre de 2025. Mientras tanto, Neil Gaiman permanece en su residencia en Nueva Zelanda, retirado de los medios, con su cuenta de Twitter desactivada y su obra literaria eclipsada por las sombras de su presente judicial.

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