Julian McMahon, actor australiano conocido por sus papeles en cine y televisión, falleció el pasado 2 de julio de 2025 en Clearwater, Florida, a los 56 años, víctima de un cáncer contra el que batalló en silencio durante meses. La noticia fue confirmada esta semana por su esposa, Kelly McMahon, a través de un comunicado enviado al medio especializado Deadline.

“Murió pacíficamente esta semana después de un valiente esfuerzo para superar el cáncer”, expresó su esposa, quien acompañó al actor hasta sus últimos momentos.
Nacido en Sídney, Australia, en 1968, Julian Dana William McMahon era hijo del ex primer ministro australiano Sir William McMahon y comenzó su carrera como modelo antes de dar el salto a la actuación. Su rostro pronto se volvió familiar en el mundo del espectáculo gracias a su participación en telenovelas australianas como Home and Away, y posteriormente, en producciones estadounidenses.
Pero fue con su papel de Victor Von Doom, el emblemático villano de Marvel en las películas Los Cuatro Fantásticos (2005) y Los Cuatro Fantásticos y el ascenso de Silver Surfer (2007), que alcanzó fama internacional. Su interpretación del némesis de los héroes lo consolidó como uno de los rostros más reconocidos del cine de superhéroes de la década del 2000.
El legado televisivo: Nip/Tuck y más allá
McMahon dejó una huella imborrable en la televisión con su interpretación del cirujano plástico Christian Troy en la serie Nip/Tuck (2003–2010), un personaje tan seductor como perturbador, que le valió reconocimiento de crítica y una fuerte base de admiradores. La serie, creada por Ryan Murphy, fue pionera en retratar con crudeza y sofisticación los excesos del culto a la belleza y el vacío emocional de sus protagonistas.

También tuvo participaciones destacadas en otras series de culto como Charmed, donde interpretó al demoníaco Cole Turner, y en Marvel’s Runaways, donde volvió al universo de los superhéroes en un rol central.

Su último trabajo fue en la serie de Netflix The Residence, donde interpretó un papel secundario antes de retirarse discretamente del ojo público.
A diferencia de otros colegas, McMahon mantuvo siempre un bajo perfil fuera de los sets de grabación. Quienes lo conocieron lo describen como un hombre reservado, profesional y elegante. A lo largo de los años, evitó los escándalos mediáticos y prefirió enfocarse en su familia y su trabajo actoral.
Según allegados, su batalla contra el cáncer fue llevada con total discreción. No se había hecho pública su enfermedad hasta el anuncio oficial de su fallecimiento.
El mundo del entretenimiento ha reaccionado con pesar ante la noticia. Redes sociales se han llenado de mensajes de condolencias, tanto de fanáticos como de compañeros de reparto, quienes lo recuerdan como un profesional generoso y comprometido con cada personaje que interpretaba.