En Montecito suena el teléfono, pero no es para felicitar: el equipo de Meghan Markle y el príncipe Harry vuelve a reestructurarse… y ya perdimos la cuenta. En las últimas semanas, cuatro miembros clave han abandonado el barco Sussex, lo que ha desatado nuevas dudas sobre la estabilidad de su ambicioso —y a veces caótico— imperio mediático.

Según confirmó People, los recientes en decir adiós son Kyle Boulia, subsecretario de prensa en Los Ángeles, y Charlie Gipson, jefe de prensa en el Reino Unido. Ambos se habían sumado al equipo el año pasado. Esta ola de salidas se suma a las de Ashley Hansen, ex jefa global de comunicaciones, y Josh Kettler, quien dejó el cargo de jefe de gabinete apenas tres meses después de asumir.

Nada nuevo bajo el sol: la rotación de personal ha sido una constante desde que Harry y Meghan decidieron independizarse de la Casa Real británica en 2020. Y aunque muchos de estos cambios se anuncian como “estratégicos”, las preguntas no tardan en aparecer.

Meredith Maines, actual directora de comunicaciones y ex ejecutiva de Google, explicó que la decisión responde al crecimiento de los negocios de la pareja y a la necesidad de un sistema más ágil y profesional. “Pasamos de un equipo de dos personas a uno de ocho, con presencia en cinco zonas horarias”, dijo.

Entre los nuevos refuerzos están Emily Robinson, ex Netflix, y el equipo de Method Communications, una agencia con experiencia en grandes marcas.

Pero una fuente cercana al entorno de los Sussex fue menos diplomática:

“Han contratado a talentos increíbles, pero nada funciona. Algo no encaja”, dijo a Hello!.

Desde que Meghan regresó a Instagram, su perfil ha crecido sin parar. Promociona As Ever, su marca de estilo de vida, y comparte imágenes personales con Harry y sus hijos, Archie y Lilibet. Además, estrenó su serie en Netflix, With Love, Meghan, que mezcla recetas, maternidad, y momentos de introspección con aroma a lavanda orgánica.

Harry, por su parte, acaba de perder una apelación para recuperar su seguridad financiada por el Estado. En una entrevista con la BBC, reveló que su padre, el rey Carlos III, “no le habla” desde entonces.

“Quiero reconciliarme. La vida es demasiado corta. No sé cuánto tiempo le queda a mi padre”, dijo, en referencia al diagnóstico de cáncer del monarca.


Entre renuncias, nuevas marcas y polémicas familiares, Meghan y Harry siguen siendo un fenómeno mediático. Pero su talón de Aquiles parece estar en casa: ¿pueden liderar un equipo sin que salte por los aires cada seis meses?

Porque en el nuevo “palacio” de la costa oeste, las coronas pesan… y los currículums vuelan.

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