En el mundo de la tecnología, algunas alianzas han cambiado la historia. Una de ellas es la que surgió entre Masayoshi Son, el fundador y CEO de SoftBank, y Steve Jobs, el icónico líder de Apple. Su relación no solo marcó el rumbo de SoftBank, sino que también facilitó la expansión del iPhone en Japón y consolidó la posición de Apple como el titán de la telefonía móvil.

La historia de esta colaboración se remonta a finales de los años 90, cuando Son y Jobs tuvieron su primera conversación seria en la residencia de Larry Ellison, el fundador de Oracle. Ambos compartían una visión clara sobre el futuro de la tecnología y la conectividad, lo que sentó las bases de su relación empresarial.

En el verano de 2005, Son visitó a Jobs en California y le mostró un boceto de un iPod con una gran pantalla táctil y conectividad móvil. Aunque Jobs descartó el dibujo, no pudo ocultar su entusiasmo por un proyecto similar en el que Apple ya estaba trabajando: el iPhone.
Sin haber visto el producto final ni discutir detalles sobre precio o volumen, Jobs hizo una promesa a Son: SoftBank tendría los derechos exclusivos para distribuir el iPhone en Japón. Este acuerdo verbal impulsó a Son a realizar una apuesta arriesgada: la compra de Vodafone Japón por 17 mil millones de dólares en 2006. Esta adquisición fue clave para posicionar a SoftBank en el mercado de la telefonía móvil.
Cuando el primer iPhone se lanzó en EE. UU. en 2007, su tecnología 2G no era compatible con la infraestructura avanzada de Japón. Sin embargo, Son comprendió que el potencial del dispositivo iba más allá de sus limitaciones iniciales. En junio de 2008, SoftBank anunció oficialmente que vendería el iPhone en Japón, consolidando la alianza con Apple y ganando terreno frente a NTT Docomo, el operador dominante en el país.
Gracias al iPhone, SoftBank logró aumentar su cuota de mercado en Japón del 17% al 23% en pocos años. Este éxito le permitió a Son expandirse globalmente y adquirir Sprint en 2013, lo que llevó a la fusión con T-Mobile en EE. UU.
El impacto de esta alianza no se limitó a la telefonía móvil. Son y SoftBank han seguido invirtiendo en el futuro de la tecnología, con intereses en inteligencia artificial y otros desarrollos innovadores. En 2024, SoftBank invirtió 500 millones de dólares en OpenAI y se rumorea que podría colaborar en la creación del primer dispositivo de IA de consumo masivo junto con Sam Altman y Jony Ive.