En los últimos días, durante la investigación pública sobre los crímenes cometidos por Lucy Letby, surgieron detalles espeluznantes sobre su comportamiento. Letby, una enfermera británica que trabajó en la unidad neonatal del Hospital Countess of Chester, fue condenada por asesinar a siete bebés e intentar matar a otros siete entre junio de 2015 y junio de 2016. Sin embargo, lo que ha sacudido aún más la opinión pública son los mensajes enviados por Letby a un colega, ofreciendo consejos sobre cómo “salirse con la suya” tras un asesinato.

Según la investigación, Letby intercambió mensajes de WhatsApp con Hayley Griffiths, una colega que trabajaba en el departamento de riesgos y seguridad del paciente del hospital. En una conversación de 2017, Griffiths mencionó que estaba viendo el programa de televisión How to Get Away with Murder (Cómo salirse con la suya tras un asesinato), y Letby respondió con una propuesta irónica: “Podría haberte dado algunos consejos”.

En otro intercambio, Letby bromeó con Griffiths sobre ayudarla a cubrir un crimen, sugiriendo que ella conocía a “dos personas” que podrían ser útiles para encubrirlo. Estos comentarios reflejan una inquietante insensibilidad y falta de empatía ante los crímenes cometidos.

La investigación también reveló que Griffiths había sido amiga de Letby desde que fue trasladada a tareas administrativas en 2016, después de que se plantearon preocupaciones sobre su posible implicación en la muerte de los bebés. Griffiths, aunque arrepentida por sus mensajes, explicó que no tomó en serio las acusaciones en ese momento, pero luego reconoció que fue una conversación completamente inapropiada.

Por su parte, los padres de Letby, John y Susan, enviaron una carta a los directivos del hospital, defendiendo a su hija y afirmando que estaba siendo usada como chivo expiatorio. Expresaron que temían por su salud mental y aseguraron que Lucy les repetía constantemente: “No haría daño a nada, y mucho menos a un bebé pequeño”. También mencionaron que, aunque no comprendían las acusaciones, confiaban en la inocencia de su hija.

Sin embargo, los hechos en la investigación pintan una imagen completamente diferente. Lucy Letby fue arrestada en 2018 y condenada a 15 cadenas perpetuas después de que un jurado la encontrara culpable de siete asesinatos y ocho intentos de asesinato, muchos de los cuales involucraron a bebés recién nacidos.

El caso de Letby sigue siendo objeto de una investigación en curso, y los mensajes de WhatsApp entre la enfermera y su colega, junto con otras pruebas, continúan siendo claves para entender la magnitud de sus crímenes y su comportamiento durante el período en que trabajó en el hospital.

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