Lucía Maidana, concursante del reality, compartió una parte íntima de su vida familiar. Reveló el desafiante contexto en el que creció, proveniente de una familia profundamente conservadora. Habló sobre el conflicto que surge con su novia, Virginia, debido a las estrictas creencias de su padre, arraigado en la fe católica, que ha llegado al punto de prohibir la entrada de Virginia a su hogar.

Lucía describió la difícil situación entre su novia y su padre, detallando cómo este enfrentamiento representa un desafío significativo, comparándolo con enfrentarse a un militar. Además, compartió experiencias dolorosas, mencionando que intentaron llevarla a un psicólogo en España en un intento de “curarla” de su orientación sexual, mencionando métodos drásticos como terapias de electroshock que le propusieron en ese momento.
La concursante también habló sobre las tradiciones arraigadas en su entorno familiar, donde las normas de género y la distinción de roles son muy estrictas. Describió un evento crucial llamado el “baile de jovencitas”, un acontecimiento relevante donde la presencia de un chico para acompañar a la joven es fundamental, marcando una especie de rito de pasaje. Esta tradición se considera vital para la elección futura de las hijas, como una presentación importante en la sociedad y la familia.