El grupo es liderado por Jack Lasota, una mujer transgénero de 34 años, quien fue arrestada recientemente junto a Michelle Zajko, de 32 años, y Daniel Blank, de 26. Las autoridades sospechan que están involucrados en al menos seis homicidios ocurridos en distintos estados del país, incluyendo un doble asesinato en Pensilvania y un ataque con arma de fuego contra un patrullero fronterizo.
Lasota estudió ingeniería de sistemas en la Universidad de Alaska Fairbanks y posteriormente se trasladó a San Francisco, donde entró en contacto con el movimiento racionalista, una corriente popular en Silicon Valley que enfatiza la lógica y el pensamiento crítico. Bajo el alias de “Ziz”, Lasota comenzó a publicar un blog con textos filosóficos y tecnológicos que eventualmente tomaron un tono radical y oscuro.
A lo largo de los años, Lasota y sus seguidores vivieron en distintos lugares de EE.UU., desde un bote hasta casas ocupadas en California y Carolina del Norte. En 2022, su abogado declaró falsamente que Lasota había fallecido en un accidente, una estrategia para evadir la justicia.
Ese mismo año, el grupo fue acusado de un violento ataque contra Curtis Lind, un arrendador en Vallejo, California. Lind fue apuñalado más de 50 veces, perdiendo un ojo, pero logró disparar y matar a Emma Borhanian, una ex empleada de Google que formaba parte del grupo.

Poco después, en Pensilvania, Richard y Rita Zajko, padres de Michelle Zajko, fueron asesinados en su casa con disparos en la cabeza. Aunque la hija fue detenida, no se le imputaron cargos en ese momento.
En enero de 2025, Lind fue asesinado en lo que la policía cree que fue una represalia por su testimonio. Días después, un patrullero fronterizo en Vermont murió en un tiroteo con dos miembros del grupo, uno de los cuales también falleció.
Tras este último incidente, las autoridades intensificaron la búsqueda de los Zizianos, logrando la captura de Lasota y otros dos miembros en Maryland cuando intentaban acampar en una propiedad privada.

El caso de los Zizianos sigue en desarrollo y las autoridades continúan investigando el alcance de su red y la ideología que impulsó sus acciones. Mientras tanto, los detenidos enfrentan cargos por allanamiento, obstrucción de la justicia y delitos violentos, con la posibilidad de acusaciones más graves en el futuro cercano.