Erik y Lyle Menéndez, quienes han cumplido más de 30 años de prisión por el asesinato de sus padres en 1989, se enfrentan a una audiencia decisiva programada para el próximo 11 de diciembre. Ese día, un juez de la Corte Superior de Los Ángeles podría determinar si se les otorga una nueva sentencia que les permitirá solicitar libertad condicional, un paso que podría cambiar su destino tras décadas en prisión.

El fiscal del distrito de Los Ángeles, George Gascón, presentó recientemente una moción para reducir sus condenas, argumentando que ambos hermanos han mostrado buena conducta y un esfuerzo sostenido de rehabilitación. “Erik y Lyle ya no representan una amenaza para la seguridad pública”, señaló Gascón, resaltando que su oficina busca una justicia adecuada para los hermanos, quienes han pasado gran parte de sus vidas en prisión sin derecho a libertad condicional.

Un paso hacia la libertad condicional
El juez Michael Jesic escuchará los argumentos de los abogados defensores, quienes buscan una reducción de la condena de cadena perpetua sin libertad condicional a una pena que les permita solicitar su liberación. Si la moción es aceptada, los hermanos Menéndez podrían estar a un paso de una audiencia de libertad condicional inmediata, lo que les permitiría solicitar su salida tras cumplir 34 años en prisión.
La posibilidad de libertad condicional ha generado tanta expectativa como controversia. Aunque el gobernador de California, Gavin Newsom, podría intervenir en caso de que la decisión del comité de libertad condicional no resulte favorable para los intereses de la sociedad, la defensa de los Menéndez confía en que la solicitud sea concedida, dada su buena conducta y logros académicos durante su tiempo en prisión.
La Historia del Caso Menéndez: Un Capítulo Final
El caso Menéndez ha sido objeto de múltiples análisis mediáticos, especialmente tras el lanzamiento de una serie documental de Netflix que explora teorías sobre posibles abusos que habrían sufrido los hermanos por parte de su padre. La serie ha renovado el interés en este crimen que marcó los años 90 y podría influir en el veredicto de la audiencia de diciembre.
Esta audiencia representa un posible cierre para un caso que ha sido uno de los más notorios en la historia judicial estadounidense, con los defensores de la libertad de los hermanos esperando que el próximo capítulo sea una reintegración a la sociedad y, finalmente, justicia cumplida.