Un estudio reciente ha revelado un hallazgo sorprendente: los chatbots de IA, específicamente ChatGPT-4, superaron a los médicos humanos en el diagnóstico de enfermedades. El estudio, diseñado por el Dr. Adam Rodman, un experto en medicina interna del Centro Médico Beth Israel Deaconess en Boston, tenía como objetivo evaluar la eficacia de la IA en los diagnósticos médicos. Para sorpresa de los investigadores, los médicos que tuvieron acceso a ChatGPT-4 junto con los recursos convencionales solo obtuvieron un rendimiento marginalmente mejor que los que no tuvieron acceso al chatbot. Aún más sorprendente, ChatGPT4 por sí solo logró una tasa de precisión más alta que los médicos involucrados en el estudio.

Los resultados mostraron que el chatbot de IA obtuvo una puntuación media del 90 % al diagnosticar una afección médica a partir de un informe de caso y proporcionar su razonamiento. En comparación, los médicos que utilizaron el chatbot obtuvieron una puntuación media del 76 %, mientras que los que no lo utilizaron obtuvieron solo un 74 %. Estos hallazgos desafían la suposición de que las herramientas de IA solo ayudarían a los profesionales médicos, y revelan que la IA puede superar a los médicos en algunas situaciones de diagnóstico.
El Dr. Rodman expresó su sorpresa por los resultados, destacando un aspecto clave del estudio: la creencia a veces inquebrantable de los médicos en sus propios diagnósticos, incluso cuando el chatbot sugería un diagnóstico potencialmente más preciso. Esto sugiere que, si bien los médicos están cada vez más expuestos a las herramientas de inteligencia artificial, es posible que no comprendan completamente cómo aprovechar sus capacidades, especialmente para resolver problemas de diagnóstico complejos.
El estudio también destaca el papel que podría desempeñar la IA en la atención sanitaria. El Dr. Rodman señaló que los sistemas de IA como ChatGPT deberían considerarse como “extensiones del médico”, que ofrecen segundas opiniones valiosas y apoyo en el proceso de diagnóstico. Argumentó que los médicos deben adaptarse para utilizar estas herramientas avanzadas de manera eficaz, ya que la IA podría mejorar significativamente su capacidad para identificar enfermedades, lo que podría reducir los errores y mejorar los resultados de los pacientes.
Este avance también pone de relieve el potencial de la IA para transformar el campo médico. Si se perfecciona aún más, la IA podría convertirse en una herramienta esencial para diagnosticar enfermedades, ofrecer segundas opiniones e incluso explicar la lógica de sus diagnósticos. Sin embargo, el estudio también plantea interrogantes sobre la integración de la IA en el sistema sanitario y la necesidad de que los profesionales médicos reciban la formación adecuada para aprovechar al máximo estas tecnologías.