Hay revelaciones, y después está esto: Lorde confesó a Rolling Stone que, tras su segunda sesión de terapia psicodélica, vio completo el famoso video sexual de Pamela Anderson y Tommy Lee. Sí, ese. El que fue robado, vendido y convertido en símbolo de la invasión a la privacidad de una mujer en los ’90… pero que en su momento también fascinó a medio mundo.

Los hongos ayudaron, sin duda. Pero también ayudó a mirar el pasado con pupilas dilatadas y algo de inocencia retro. Lorde no justificó el robo del material ni ignoró el sufrimiento de Pamela —quien, dicho sea de paso, ha sido muy clara en cómo ese escándalo le arruinó parte de la vida—, pero en su visión lisérgica, lo que quedó flotando fue la idea de una libertad peligrosa, de un amor que saltaba de yates y se grababa sin imaginar el futuro.
“Eran tan libres”, suspiré. Y luego reconoció: “Ser tan libre conlleva peligro”.
¿Es raro que alguien vea un video porno ilegal en pleno viaje espiritual y lo encuentre “puro”? Si. ¿Es muy Lorde? También. Mientras tanto, Pamela sigue siendo la única que no necesitó psicodélicos para ver la verdad del asunto: que a veces, lo que parece amor, termina siendo una pesadilla viral.
La cantante se encuentra en plena era de reencuentro carnal y emocional. Su próximo álbum
Virgen , que llega el 27 de junio, promete ser visceral, corporal y un poco asqueroso. “Me probaste la ropa interior”, canta en uno de sus tracks, con la misma suavidad con la que una bruja lee tus vísceras para predecir el clima emocional.