Los rugbiers franceses Oscar Jégou y Hugo Araudou, acusados de violación en Mendoza, fueron liberados este lunes luego de que el fiscal Gonzalo Nazar considerara que no había suficientes elementos de convicción para requerir su prisión preventiva. La decisión se tomó en medio de un caso controvertido, marcado por inconsistencias y contradicciones en el relato de la denunciante, según el fiscal.
El caso surgió cuando una mujer acusó a los deportistas de haberla agredido sexualmente la madrugada del 7 de julio en un hotel en Mendoza. A pesar de las graves acusaciones, el fiscal señaló que la evidencia, incluyendo los testimonios y pruebas presentadas por la querella, no resultaban determinantes en sentido incriminatorio. Además, mencionó “notorias contradicciones, inconsistencias, zonas grises y explicaciones insuficientes” en la narrativa de la denunciante.
Por ejemplo, se destacó la incongruencia entre el tono jocoso de los audios enviados por la denunciante a una amiga, donde relata su encuentro con los rugbiers, y las lesiones que posteriormente describió. En esos mensajes, la denunciante inicialmente habló de su experiencia de manera ligera, pero más tarde cambió su versión, adjudicando a los deportistas las heridas y dolores que decía tener.
Aunque fueron liberados, Jégou y Araudou no pueden salir del país y deben cumplir con otras medidas de coerción, como la prohibición de contacto con la denunciante. La defensa de los rugbiers ha subrayado las contradicciones en el relato de la víctima, mientras que el caso sigue generando debate y controversia en la opinión pública.
Este caso subraya la complejidad de las denuncias de abuso sexual, donde las pruebas y testimonios juegan un papel crucial en la decisión judicial. La liberación de los acusados, a pesar de las acusaciones graves, refleja la importancia de un proceso judicial exhaustivo y justo, que tenga en cuenta todos los aspectos y pruebas disponibles.
