Las condenas de Erik y Lyle Menéndez, quienes han pasado más de tres décadas encarcelados por el asesinato de sus padres, serán reexaminadas por las autoridades. Los hermanos, conocidos por su infame caso, fueron condenados en 1996 por el asesinato a tiros de José y Kitty Menéndez en su residencia de Beverly Hills. Durante el juicio, los fiscales argumentaron que los hermanos habían llevado a cabo un complot para heredar la considerable fortuna de su padre.

Recientemente, el fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, anunció que existe “una obligación moral y ética” de revisar las nuevas evidencias presentadas por los Menéndez el año pasado. En estas pruebas, los hermanos alegan que sus acciones fueron en defensa propia, después de haber sufrido abusos sexuales por parte de su padre durante su infancia.

El caso ha cobrado nueva relevancia tras el lanzamiento de una serie de Netflix que explora los asesinatos y el juicio. La serie ha reavivado el interés del público y ha generado discusiones sobre la dinámica familiar y los problemas de abuso que enfrentan los Menéndez.

La revisión del caso promete ser un proceso complicado, ya que los hermanos fueron condenados en un momento en que las alegaciones de abuso no fueron suficientemente consideradas en el juicio. La decisión del fiscal de distrito de investigar más a fondo podría abrir nuevas puertas para los Menéndez, quienes han mantenido su inocencia en lo que respeta a la intención de cometer un asesinato.

Los hermanos han solicitado la anulación de sus condenas y han exigido un nuevo juicio, apoyados por la creciente atención que ha recibido su historia en los medios y en la cultura popular.