Desde el inicio de la guerra en Gaza el 7 de octubre de 2023, el conflicto se ha convertido en el más largo e intenso en la historia de Israel. Más de 55,000 personas han muerto, entre ellas miles de civiles, y la devastación en la Franja es inmensa. Sin embargo, detrás de las decisiones militares y políticas que prolongaron la guerra hay una historia poco contada: la del cálculo político del primer ministro Benjamin Netanyahu para mantenerse en el poder.

En abril de 2024, Netanyahu estuvo cerca de aceptar un alto el fuego de al menos seis semanas con Hamas, que habría abierto la puerta a negociaciones para un acuerdo de paz permanente, liberación de rehenes y la posibilidad de avanzar en la normalización con Arabia Saudita, un paso histórico que fortalecería la posición regional de Israel. Pero en una reunión clave, enfrentó la oposición de ministros de línea dura como Bezalel Smotrich y Itamar Ben-Gvir, quienes exigían continuar la guerra para reestablecer asentamientos en Gaza.

Ante la amenaza de que el gobierno se derrumbara y se convocaran elecciones que podrían costarle la derrota política, Netanyahu optó por no presentar el plan de tregua, eligiendo su supervivencia política sobre la paz. Desde entonces, a pesar de oportunidades para desescalar el conflicto, Netanyahu ha seguido adelante con una estrategia que ha ampliado el conflicto incluso a Líbano, Siria e Irán.
Esta prolongación ha beneficiado a Netanyahu: mientras el país enfrenta una profunda división, críticas internacionales y la posibilidad de que el Tribunal Penal Internacional ordene su detención, el primer ministro ha consolidado su control sobre el gobierno, ha fortalecido su coalición con partidos de extrema derecha y ha mantenido a raya investigaciones judiciales en su contra.

La guerra, que parecía poner fin a su carrera tras el desastre inicial, terminó por darle un inesperado renacer político. La búsqueda de poder y la política interna han influido claramente en las decisiones militares, poniendo en riesgo la vida de miles y el futuro de la región.
Netanyahu ha manejado el conflicto como un juego de ajedrez político, priorizando su posición personal por encima de la posibilidad de una solución temprana y duradera. Este enfoque ha dejado a Israel y Gaza atrapados en una guerra sin fin, con consecuencias trágicas para todos.
por Nytimes :https://www.nytimes.com/2025/07/11/magazine/benjamin-netanyahu-gaza-war.html