El Templo de Satán, un grupo satanista chileno inspirado en el Templo Satánico de Estados Unidos, ha presentado su Acta Constitutiva al Ministerio de Justicia de Chile para obtener reconocimiento legal como asociación religiosa. Esta solicitud marca un posible hito en Latinoamérica, donde aún no existe una organización satanista reconocida oficialmente.

¿Quiénes son los integrantes del Templo de Satán?
El Templo de Satán en Chile está compuesto por individuos de diversas profesiones, incluyendo publicistas, enfermeros, estudiantes y bomberos. La organización se distingue por sus principios de respeto, libertad intelectual y rechazo al maltrato animal. En contraste con las imágenes tradicionales de cultos satánicos, este grupo no adora a Lucifer ni realiza sacrificios, sino que sigue los principios del Templo Satánico estadounidense, que promueve el ateísmo y la separación estricta entre la iglesia y el estado.
Reacción y oposición
La solicitud del Templo de Satán ha generado una respuesta negativa significativa, especialmente del diputado Mauro González (RN). González ha enviado un oficio al ministro de Justicia, Luis Cordero, solicitando el rechazo de la solicitud. Argumenta que la legalización de una organización satanista en Chile contravendría la moral y el orden público, y que el país no debe convertirse en un bastión del satanismo en América Latina.

González ha expresado su preocupación por los valores familiares y el impacto en la sociedad, llamando a las personas y organizaciones a estar alerta. Según él, la Constitución chilena prohíbe la formación de organizaciones con fines que colisionen con la moral y el orden público, y considera que el Templo de Satán incumple estos principios.
El debate sobre la libertad religiosa
El debate en torno al reconocimiento del Templo de Satán plantea preguntas sobre la libertad de culto y los límites del Estado en la regulación de organizaciones religiosas. La Constitución chilena garantiza la libertad de culto, pero también establece límites para proteger la moral y el orden público.
Contexto internacional
El Templo de Satán chileno sigue el modelo del Templo Satánico de Estados Unidos, que en 2019 fue reconocido por la oficina de recaudación de impuestos de EE. UU. como una organización religiosa. En EE. UU., el Templo Satánico ha sido conocido por sus protestas y acciones públicas, como la tentativa de erigir una figura de Baphomet en Little Rock, Arkansas, para exigir la separación entre iglesia y estado.
El caso del Templo de Satán en Chile subraya las tensiones entre la libertad de culto y las preocupaciones sobre los valores y el orden público. A medida que el Ministerio de Justicia revisa la solicitud, la sociedad chilena y los líderes políticos continuarán debatiendo el impacto y las implicaciones de este posible reconocimiento.