El futuro del Luna Park, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad de Buenos Aires, se encuentra en el centro de una intensa disputa entre la Iglesia, propietaria del estadio, y diversas fuentes empresariales que aseguran que la concesión ya tiene dueño.
La Iglesia, representada por la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco y Cáritas, está organizando una licitación privada para concesionar el estadio. Aunque fuentes del Arzobispado aseguran que el proyecto ganador aún no ha sido definido y está bajo evaluación en el Vaticano, trascendidos indican que la productora DF Entertainment, junto a Live Nation, habría asegurado la gestión del estadio por 20 años.
Las propuestas están siendo evaluadas por el Dicasterio del Clero, y según fuentes eclesiásticas, el papa Francisco tiene influencia indirecta en las decisiones relacionadas con Argentina, aunque no se involucra directamente.
El proyecto adjudicado a DF Entertainment y Live Nation contempla una inversión de 34 millones de dólares para ampliar la capacidad del estadio de 8.000 a 13.000 espectadores y modernizarlo con tecnología de punta. Este plan convertiría al Luna Park en un espacio modular y polivalente, adaptado para competencias con otros estadios modernos del Área Metropolitana de Buenos Aires, como el Movistar Arena.
Fuentes empresariales afirmaron, en cambio, que el productor Diego Finkelstein y su socia internacional Live Nation firmarán en diciembre el contrato para gerenciarlo por al menos 20 años.
No obstante, la filtración del proyecto como ganador generó un fuerte rechazo en la Iglesia. Según fuentes internas, el documento fue sustraído y expuesto de forma inapropiada, violando la confidencialidad del proceso de licitación.
Si se concreta el acuerdo, el Luna Park dejaría de ser el estadio que conocemos desde hace 93 años, transformándose en una arena moderna y tecnológicamente avanzada. Esta nueva etapa promete posicionarlo como un punto clave en el circuito internacional del entretenimiento en vivo.
