La Bóveda Global de Semillas de Svalbard, ubicada en Noruega, ha añadido más de 30.000 muestras nuevas a su colección, un paso crucial en la lucha contra el cambio climático y la inseguridad alimentaria. Esta instalación, diseñada como un refugio para la biodiversidad, alberga más de 1,3 millones de muestras de semillas de alrededor de 7.000 especies, protegiendo valiosos recursos genéticos en caso de catástrofes globales.

Recientemente, 23 bancos de genes de todo el mundo hicieron contribuciones significativas, reflejando una creciente conciencia sobre la necesidad de proteger la agricultura ante el cambio climático y las crisis sociales. Las semillas donadas provienen de regiones afectadas por desastres naturales y conflictos, lo que subraya la importancia de la conservación en tiempos inciertos.

A medida que el clima cambia y amenaza la producción agrícola, la Bóveda de Svalbard se convierte en un baluarte vital para preservar las variedades de cultivos que podrían ser esenciales para el futuro de la alimentación global.