En la localidad bonaerense de Bernal, un trágico incidente resultó en el asesinato de Gastón Altamirano, un joven de 26 años que trabajaba como sereno en un taller mecánico. Su amigo y presunto agresor, Pablo Calatayud, de 46 años, afirmó haber cometido el crimen debido a una extraña confusión: aseguró a la justicia que confundió a Altamirano con el “Pomberito”, un ser mítico del folclore argentino.

El episodio ocurrió el 24 de octubre en el taller donde trabajaba Altamirano. Según fuentes policiales, el joven fue encontrado con graves heridas de arma blanca y trasladado de urgencia a un hospital en el sur del Gran Buenos Aires, donde lamentablemente falleció. Antes de morir, logró reconocer a Calatayud como su agresor.

Calatayud, quien habría estado bajo el efecto de sustancias al momento del ataque, huyó de la escena y se mantuvo prófugo durante varios días. La Dirección Departamental de Investigaciones de Quilmes y La Matanza llevó a cabo tres allanamientos en distintos domicilios, los cuales permitieron incautar teléfonos celulares relacionados con el sospechoso y recolectar pruebas adicionales.
Finalmente, las autoridades lograron ubicar a Calatayud el 5 de noviembre en el barrio Los Pinos, en Villa Luzuriaga, y procedieron a su arresto. La investigación sigue abierta, mientras la comunidad reflexiona sobre la tragedia y las devastadoras consecuencias que pueden surgir de un momento de confusión y violencia.
