En un giro inesperado, 18 años después del asesinato de Nora Dalmasso en noviembre de 2006, las autoridades han reabierto el caso tras encontrar una coincidencia genética en el lugar del crimen. Este hallazgo ha llevado a los investigadores a poner la atención sobre un nuevo sospechoso: Roberto Barzola, quien en el momento del homicidio trabajaba en la casa de la víctima.

Barzola era un hombre de 27 años cuando se produjo el crimen y se encontraba trabajando en la casa de Dalmasso, donde pulía los pisos de madera. Durante su declaración inicial, aseguró que fue a trabajar el día del crimen, pero como no encontró a su jefe, se fue de la casa. Sin embargo, ahora, tras el análisis del ADN encontrado en la escena del crimen, Barzola se ha convertido en un sospechoso leve. El fiscal encargado de la investigación, Pablo Jávega, comunicó que el ADN encontrado en la bata de la víctima y en el vello secuestrado en la zona inguinal de Dalmasso coincide con el de Barzola.

La coincidencia genética fue descubierta como parte de un esfuerzo más amplio por encontrar al responsable del crimen. En 2022, el esposo de Dalmasso, Marcelo Macarrón, fue absuelto de la acusación de haber instigado el asesinato, pero el caso seguía sin resolución. El fiscal Jávega explicó que las muestras genéticas se analizaron en un proceso de “mapeo y trazabilidad” que incluyó 45 muestras diferentes. El análisis permitió identificar a Barzola como un posible involucrado.
En una conferencia de prensa, el fiscal detalló que, al ser convocado, Barzola se negó a declarar, ejerciendo su derecho a no hacerlo. A pesar de este hallazgo, la causa podría haber prescrito, aunque el fiscal continúa trabajando para determinar si todavía existe la posibilidad de un nuevo juicio. Facundo Macarrón, el hijo mayor de Nora Dalmasso, sigue siendo el querellante, y su abogado ha indicado que si Barzola cometió un delito en los últimos años, esto podría interrumpir la prescripción del caso.
El cuerpo de Nora Dalmasso fue hallado en su casa del barrio Villa Golf en Río Cuarto, el 26 de noviembre de 2006. Las primeras investigaciones sugirieron varias hipótesis, entre ellas, que el crimen podría haber sido parte de un juego sexual, un abuso sexual seguido de la muerte o incluso un asesinato por encargo. La autopsia reveló que Dalmasso murió por asfixia por estrangulamiento, y su cuerpo fue encontrado en la cama de su hija, parcialmente desnudo.
El caso fue investigado por varios fiscales y pasó por múltiples hipótesis, con varios imputados a lo largo de los años. Entre ellos, Marcelo Macarrón, el esposo de la víctima, fue inicialmente acusado de estar involucrado, pero más tarde fue sobreseído. También fue imputado el exasesor del gobierno Rafael Magnasco y un pintor llamado Gastón Zárate, quien fue rápidamente exonerado. Finalmente, en 2016, Macarrón fue procesado por el fiscal Daniel Miralles, quien cuestionó su coartada, pero nunca se logró una resolución definitiva hasta la reciente revisión del caso.
Aunque la causa principal del crimen parece haber prescrito, el fiscal continúa con la investigación para determinar si existen elementos suficientes para avanzar con nuevos cargos. La aparición del ADN de Barzola ha reabierto una posibilidad de esclarecimiento en un caso que se había estancado por años. La lucha por encontrar justicia continúa, con el firme deseo de la familia de Dalmasso de esclarecer los hechos, aunque el tiempo haya pasado.
