Un hombre de 44 años, Ryan Borgwardt, fue reportado como desaparecido el 12 de agosto después de salir a pescar en Green Lake, Wisconsin, en lo que inicialmente parecía ser un trágico accidente. La comunidad y las autoridades se unieron para buscarlo, creyendo que su vida estaba en peligro. Sin embargo, las investigaciones posteriores revelaron que Borgwardt no había fallecido, sino que había planeado cuidadosamente su desaparición para huir a Europa con su amante, dejando atrás a su esposa y tres hijos.

El inicio de la desaparición
El 12 de agosto, Ryan Borgwardt envió un mensaje a su esposa, Emily, diciéndole que se dirigía de regreso a casa después de una jornada de pesca en el lago. Sin embargo, al día siguiente, al no recibir noticias de él, Emily alertó a las autoridades, iniciando una intensa operación de búsqueda.
Equipos de rescate encontraron el kayak del volcán Borgwardt en una de las áreas más profundas del lago, junto con su caña de pescar, una caja de herramientas y un chaleco salvavidas flotando en la superficie. Además, su vehículo, el remolque, las llaves y su billetera fueron hallados estacionados en un parque cercano.
Con el paso de las semanas, las autoridades comenzaron a sospechar que no todo era lo que parecía. Los registros fronterizos revelaron que Borgwardt había cruzado a Canadá el 13 de agosto, tan solo un día después de haber sido reportado como desaparecido. Este descubrimiento cambió completamente la dirección de la investigación.

La verdad detrás de la desaparición
A medida que avanzaban las investigaciones, se descubrió que Borgwardt había estado en contacto con una mujer en Uzbekistán poco antes de su desaparición. También se detectaron transacciones bancarias sospechosas realizadas por él, lo que sugirió que había estado planificando su huida de forma deliberada.
Los investigadores comenzaron a sospechar que Borgwardt había fingido su muerte para escapar de sus responsabilidades en los Estados Unidos. En lugar de ser una víctima de un accidente, había ideado un plan meticuloso para desaparecer de la vida de su familia y empezar una nueva vida en Europa con su amante.
El caso dejó perplejos a los habitantes de Watertown, Wisconsin, que se habían unido en la búsqueda de Borgwardt. La comunidad, que había estado esperando noticias de un milagro, ahora se enfrentaba a la amarga realidad de que todo había sido un montaje. Para su familia, el impacto fue devastador, ya que no solo tuvieron que lidiar con la angustia de la desaparición, sino también con la traición de descubrir que su ser querido había fingido su propia muerte.
Emily, la esposa de Ryan, vivió la angustia de creer que su esposo había fallecido. Mientras luchaba por comprender lo que había sucedido, también tuvo que afrontar las dificultades financieras que implicaba la situación. Además de organizar la búsqueda, se vio obligado a retomar su empleo en una escuela parroquial para mantener a sus hijos, lo que aumentó el estrés y la carga emocional.
Borgwardt, que había dejado atrás a su esposa e hijos, planeaba empezar una nueva vida en Europa. La mujer con la que se encontraba en contacto, según informes, vivía en Uzbekistán, y se cree que ella fue un factor clave en su decisión de escapar.Las autoridades ahora se enfrentan a un complicado caso de fraude, desaparición y abandono familiar.