Las autoridades arrestaron a Kimberly Sullivan, de 56 años, quien enfrenta cargos graves como secuestro, agresión y crueldad. Según los informes policiales, la víctima pesaba apenas 68 libras al momento de su rescate y presentaba signos de desnutrición severa. Además, se reveló que no había recibido atención médica ni dental en todo ese tiempo.

El caso ha despertado indignación, especialmente después de que un exdirector de escuela revelara que la víctima había mostrado señales de maltrato desde la infancia. Tom Pannone, exdirector de la escuela primaria Barnard, recordó que el niño era extremadamente delgado y en ocasiones comía de la basura. A pesar de que el personal escolar denunció la situación en múltiples ocasiones, nunca se tomó ninguna medida para protegerlo.
Las autoridades han calificado el caso como “desgarrador e inimaginable”, mientras que el abogado de Sullivan ha rechazado las acusaciones, asegurando que su clienta es inocente. Mientras tanto, la investigación sigue en curso para esclarecer los hechos y determinar por qué las advertencias previas no fueron atendidas.
Este caso ha vuelto a poner sobre la mesa la importancia de actuar ante señales de abuso infantil y garantizar que las denuncias sean tomadas en serio.