Erik y Lyle Menéndez celebran un giro judicial significativo: un juez les impuso una nueva sentencia de 50 años a cadena perpetua , lo que los vuelve elegibles para la libertad condicional por primera vez desde que fueron encarcelados por el asesinato de sus padres en 1989.

Ambos hermanos asistieron a la audiencia de resentencia este martes por videoconferencia y se mostraron visiblemente emocionados al escuchar el fallo. La decisión revoca su condena original de prisión perpetua sin posibilidad de libertad condicional .

La familia Menéndez, presente en el tribunal, estalló en lágrimas y abrazos tras el fallo. Muchos testificaron a favor de la liberación, argumentando que Erik y Lyle han cambiado tras más de tres décadas tras las rejas.

Durante la audiencia, los hermanos admitieron nuevamente su crimen, incluso reconociendo que recargaron las escopetas antes de regresar para matar a su madre , un detalle que reavivó el debate público sobre la brutalidad del caso.

El abogado de los Menéndez, Mark Geragos (copresentador del pódcast “2 Angry Men” ), ha sido clave en este nuevo capítulo legal, resaltando durante meses los esfuerzos de rehabilitación de los hermanos. Geragos criticó a la fiscalía por no tomar en cuenta esa evolución y por usar fotos gráficas de la escena del crimen como recurso emocional en audiencias previas.

Por su parte, el actual fiscal del condado de Los Ángeles, Nathan Hochman , se ha opuesto firmemente a la nueva sentencia, pidiendo que los Menéndez asuman plena responsabilidad y dejen de mentir sobre los hechos. Tras recibir críticas, Hochman se disculpó parcialmente en una aparición en TMZ Live , pero defendió su decisión de mostrar las imágenes como necesarias para transmitir “la gravedad del crimen”.

La junta estatal de libertad condicional revisará el caso el próximo 13 de junio . Si los hermanos obtienen un fallo favorable y el gobernador Gavin Newsom lo aprueba, podrían ser liberados. Incluso si la junta rechaza su pedido, Newsom todavía podría concederles un indulto.

Después de más de 30 años, la historia de los hermanos Menéndez entra en una fase decisiva. ¿Redención o justicia inconclusa? El debate sigue.

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