El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EE.UU. emitió un memorando en agosto advirtiendo sobre la creciente amenaza de drones armados y el “creciente uso ilícito” de drones comerciales. Este documento, que no se había revelado previamente, insta a las fuerzas de seguridad locales y estatales a realizar ejercicios para evaluar su capacidad de respuesta ante posibles ataques con drones.

Las autoridades reconocen que las ciudades estadounidenses no están preparadas para contrarrestar drones armados. Según el memorando, la rápida evolución de la tecnología de los sistemas aéreos no tripulados (UAS) supera las capacidades de las contramedidas disponibles, lo que pone a las fuerzas de seguridad en una desventaja considerable. A menudo, las autoridades locales observan vuelos ilegales de drones pero carecen de la autoridad para intervenir.

El DHS también destaca el creciente interés de los extremistas violentos en utilizar drones comerciales modificados para transportar cargas peligrosas, incluidos explosivos y productos químicos. En el memorando, se menciona que los avances en el uso de drones armados se deben en gran parte a las experiencias de combate en zonas de conflicto como Ucrania. Este tipo de tecnología de drones, utilizada en escenarios de guerra, está siendo adaptada para fines terroristas, lo que eleva la preocupación entre las autoridades. Han instado a las autoridades locales a tomar medidas preventivas para mitigar este riesgo, entre las que se incluyen la reubicación de cámaras de videovigilancia para detectar drones, la capacitación de policías sobre cómo manejar drones que transporten materiales peligrosos, y el uso de sensores capaces de detectar drones comerciales. Las autoridades federales también están trabajando para expandir el acceso del gobierno a tecnologías contra-UAS, que incluyen sistemas de detección y neutralización de drones.
En las últimas semanas, varios residentes de Nueva Jersey y otros estados de la Costa Este reportaron avistamientos de drones, lo que atrajo la atención pública y de las autoridades. Sin embargo, el DHS y el FBI no han podido confirmar la veracidad de la mayoría de estos avistamientos, argumentando que muchos de ellos parecen haber sido vuelos mal identificados cerca de aeropuertos principales.
A pesar de estas dificultades, las autoridades continúan tomando medidas para aumentar la seguridad en caso de que los avistamientos realmente representen una amenaza. El DHS ha solicitado al Congreso que amplíe las capacidades de las autoridades locales y estatales para responder a amenazas de drones.
El uso de drones para fines ilegales ha generado debates sobre las libertades civiles y la privacidad. Organizaciones como Property of the People, que promueven la transparencia, señalan que las nuevas regulaciones podrían tener un impacto negativo en los derechos civiles, al dar más poder a las autoridades para intervenir sin una justificación clara. En particular, algunos grupos de defensa de derechos humanos y animales han utilizado drones para realizar investigaciones encubiertas, lo que podría verse afectado por las nuevas leyes contra drones.
