El 6 de agosto de 2024, Fabiola Yañez, la exprimera dama de Argentina, tomó una decisión inesperada al reactivar una denuncia de maltrato físico contra su exesposo, el presidente Alberto Fernández. Este desarrollo llega después de que Yañez se comunicara con el juez Julián Ercolini para solicitar la reapertura de un anexo reservado que contiene pruebas de las acusaciones de violencia.

Según informes de Clarín, Yañez decidió desarchivar la denuncia después de enterarse de que la prensa iba a publicar detalles sobre su decisión inicial de no proceder con la denuncia. En el encuentro por Zoom del 27 de junio, Yañez había optado por no examinar las pruebas presentadas, incluyendo fotos y mensajes de texto que documentan las agresiones.
El juez Ercolini ha tomado medidas inmediatas, imponiendo una orden de restricción que prohíbe a Alberto Fernández acercarse a Yañez y moderar los contactos con ella. La medida también incluye restricciones sobre la comunicación entre ambos.
El escándalo ha desatado una serie de reacciones tanto en el ámbito público como en el entorno cercano a Fernández. El expresidente se encuentra en estado de shock y ha manifestado que considera la denuncia como un intento de extorsión. En respuesta a la situación, Fernández y su equipo han evaluado diversas estrategias, incluyendo la posibilidad de contrademandar, aunque se les ha aconsejado que eviten acciones que puedan perjudicar aún más su imagen pública.
El caso ha generado gran interés mediático y está en el centro de la atención política. El juez Ercolini, que también está manejando investigaciones relacionadas con un presunto fraude al Estado, debe decidir si el caso se remitirá a los tribunales federales de San Isidro o a la justicia penal ordinaria para su adjudicación. La decisión dependerá de la interpretación de la Cámara Federal sobre el contexto del maltrato y la jurisdicción adecuada para juzgar el caso.
En resumen, la denuncia de Yañez ha abierto un nuevo capítulo en la vida pública de Alberto Fernández, con implicaciones que podrían afectar su carrera política y su reputación. La situación sigue desarrollándose, y se espera que en los próximos días se clarifiquen más detalles sobre la evolución del caso.