Por primera vez desde 2020, la Exposición Canina del Westminster Kennel Club ha vuelto al corazón de Nueva York. Con más de 2,500 perros desfilando por Midtown Manhattan, el evento recupera su esplendor tradicional en el Madison Square Garden, devolviendo la competencia al lugar donde ha sido celebrada por décadas.

Durante los últimos años, la exposición tuvo que adaptarse a las restricciones impuestas por la pandemia. En 2021 y 2022, el evento se trasladó a Lyndhurst, una finca en Tarrytown, y en 2023 y 2024 se realizó en el Billie Jean King National Tennis Center de Queens. Este año, sin embargo, Westminster regresa en todo su esplendor a su formato invernal y su icónica sede en el Madison Square Garden, con las primeras fases de evaluación de razas y grupos llevándose a cabo en el Centro de Convenciones Jacob K. Javits.

Para los perros y sus cuidadores, el camino hacia el título de “Mejor de la Exposición” es arduo. Cada animal recibe un tratamiento digno de una estrella: baños, cepillados meticulosos y atenciones constantes para resaltar sus mejores atributos. Desde los pomeranias hasta los imponentes borzois, cada raza sigue estrictos estándares de presentación, lo que exige una dedicación total de sus dueños y entrenadores.

“Todo esto es por ellos”, dice Sonya Ratliff, propietaria y entrenadora de Tonic, un pomerania que busca destacarse en la competencia. “Queremos que se vean y se sientan en su mejor forma”.

El evento no solo evalúa la apariencia física de los perros, sino también sus habilidades en diversas competencias como agilidad, obediencia y Flyball, una carrera de relevos que debutó este año en Westminster.

Uno de los concursantes más llamativos es Rhys, un border collie que tuvo que vendarse una pata antes de la competencia de Flyball. “Es una competencia rápida y exigente”, comenta su entrenadora. “Pero Rhys está listo para darlo todo”.

Westminster es también un festín visual. Desde los Yorkshire terriers con lazos perfectamente alineados hasta los berneses de la montaña luciendo abrigos brillantes, cada perro es una muestra de la diversidad y belleza del mundo canino.

Entre los participantes destacan Nun, una borzoi que disfruta de su plataforma de descanso, y Auggie, un bulldog francés que, en lugar de caminar, prefiere pasear en un cochecito empujado por su dueña. La atención al detalle es clave: cada peinado, color de pelaje y movimiento es evaluado minuciosamente por los jueces.

Para los competidores, el prestigio de Westminster va más allá de los premios. Ganar aquí significa reconocimiento en el mundo canino y, en muchos casos, la posibilidad de influir en los estándares de la raza.

El clímax del evento llegará el martes por la noche en el Madison Square Garden, donde el “Mejor de la Exposición” será coronado en una de las competiciones caninas más emblemáticas del mundo.

Mientras tanto, los espectadores disfrutan de la majestuosidad de los participantes, recordando que, aunque solo uno se llevará el título, todos los perros de Westminster ya son campeones a su manera.