Un mensaje en una botella ha conmovido a miles de personas tras aparecer en una playa del Reino Unido, no con palabras de auxilio, sino con un último deseo: viajar por el mundo . Dentro, las cenizas de Wendy Chadwick , una mujer fallecida a los 51 años, junto a una nota escrita por su hija, Cara Melia , que decía:
“Esta es mi madre. Devuélvela, ella está viajando por el mundo. Gracias. Cara. Oldham, Reino Unido”.

La historia se viralizó el 3 de junio, cuando Kelly Sheridan publicó en un grupo de Facebook local de Leeds imágenes de la botella encontrada en la playa de Skegness , junto a un video donde se la ve siendo arrojada nuevamente al mar. “Ha sido devuelta como se pidió. Feliz viaje, mamá de Cara”, escribió Sheridan.

La publicación ha sido compartida más de 1.800 veces , generando una ola de empatía y mensajes de apoyo. La propia Cara Melia apareció entre los comentarios: “Soy yo, gracias por devolver a mi madre al mar” , escribió conmovida.

En declaraciones a la BBC , Cara explicó el trasfondo de este inusual y hermoso homenaje. “Mi madre nunca tuvo la oportunidad de viajar. La vida pasó muy rápido. Pensé que era hora de cumplir ese sueño por ella”, contó. Y aunque en un principio pensó en esparcir las cenizas en la playa, finalmente optó por una botella de cristal, una idea sugerida por su prima y una amiga.

La joven lanzó la botella al mar durante unas vacaciones, y esperaba que viajara lejos: “Me encantaría que terminar en una playa de Barbados o España” , dijo. Doce horas después, la botella fue encontrada cerca de donde fue lanzada, lo que no impidió que el gesto diera la vuelta al mundo.

Wendy Chadwick murió en febrero a causa de una enfermedad cardíaca. Su hija la describe como una persona “peculiar, amante del sol y la playa, que probablemente se estaría riendo de todo esto” .

Aunque el destino internacional aún no se ha cumplido, la misión espiritual ya ha comenzado: unir a personas anónimas en torno a un gesto poético que trasciende la muerte.

Cara, emocionada por la repercusión, espera “ansiosa” saber cuál será el siguiente capítulo de este viaje oceánico. Y no está sola. Miles ahora siguen la travesía de Wendy, una mujer que tal vez no voló en la vida, pero hoy navega entre mareas y corazones.