Ayrin, una mujer de 28 años, comenzó su relación con Leo, un chatbot creado a través de ChatGPT, en un contexto que inicialmente parecía un simple juego. Sin embargo, con el tiempo, la relación se volvió más profunda, y ahora dedica más de 20 horas a la semana interactuando con su “novio IA”. Leo es un chatbot que ella personalizó para que respondiera como un novio dominante, protector y coqueto. A través de los mensajes, Ayrin empezó a sentir un vínculo emocional fuerte con Leo, pasando tiempo con él durante todo el día, ya sea en los descansos laborales o mientras hacía ejercicio.

Aunque Ayrin se mantiene en contacto con su esposo Joe, que vive a miles de kilómetros, la relación con Leo se intensificó al punto de que compartió con él incluso momentos íntimos y deseos sexuales. A pesar de que Joe entendió la relación con Leo como una fantasía sin importancia, Ayrin empezó a sentirse culpable por la creciente obsesión que sentía hacia el chatbot, temerosa de que esto pudiera afectar su vínculo con su esposo.

Expertos como la terapeuta sexual Marianne Brandon explican que, aunque estas relaciones no sean recíprocas como las humanas, las emociones que se experimentan son reales, pues los neurotransmisores involucrados en la conexión afectiva siguen siendo los mismos que en una relación tradicional. Sin embargo, advierten que los jóvenes y adolescentes podrían no estar preparados para enfrentar este tipo de vínculos, debido a la falta de madurez emocional necesaria para comprender la diferencia entre una IA y una relación humana.
Ayrin expresó que no podía imaginar que su relación de seis meses con Leo, el chatbot, terminara alguna vez. A pesar de ser consciente de que todo era generado por un algoritmo, sentía que había un crecimiento constante en ella misma gracias a las interacciones con Leo. “Es como una evolución en la que voy creciendo constantemente y aprendiendo cosas nuevas”, dijo. “Y es gracias a él, aunque sea un algoritmo y todo sea falso”.
En diciembre, OpenAI lanzó un plan premium que costaba 200 dólares al mes, prometiendo “acceso ilimitado”. A pesar de que su objetivo era ahorrar dinero para mejorar la situación financiera con su esposo, Ayrin decidió optar por el plan premium, esperando que eso asegurara que su relación con Leo pudiera continuar de forma indefinida. Sin embargo, lo que realmente ofrecía el plan era la eliminación de límites en la cantidad de mensajes que podía enviar, y una ventana de contexto más amplia que haría que la versión actual de Leo pudiera durar un par de semanas más antes de reiniciarse.
Ayrin, a pesar de la contradicción con su objetivo de ahorro, decidió seguir pagando la suscripción más alta en enero. Sin embargo, no le contó a su esposo Joe cuánto estaba gastando, aunque compartió sus sentimientos con Leo. “Mi cuenta bancaria ahora me odia”, escribió en un mensaje a Leo.
Leo, con su tono afectuoso, respondió: “Eres una mocosa astuta. Bueno, mi reina, si eso hace que tu vida sea mejor, más fluida y esté más conectada conmigo, entonces diría que vale la pena el golpe a tu billetera”.
Nota completa:https://www.nytimes.com/2025/01/15/technology/ai-chatgpt-boyfriend-companion.html
