Un año después de la controversia generada por su primer retrato oficial —una obra en tonos carmesí que desató interpretaciones tan dramáticas como “bañado en sangre” o “envuelto en llamas infernales”—, el rey Carlos III ha revelado un nuevo retrato de coronación que apunta a restaurar la solemnidad y el simbolismo tradicional de la monarquía británica. Esta vez, la reacción fue muy diferente.

La pintura, presentada este martes en la National Gallery de Londres, fue realizada por el veterano artista Peter Kuhfeld , quien ya había retratado al monarca en otras etapas de su vida. En esta ocasión, el cuadro muestra a Carlos con su túnica ceremonial, de pie, con una luz suave que entra por una ventana y cae sobre la corona ubicada sobre un pedestal. La escena evoca un equilibrio entre lo institucional y lo humano, entre lo ritual y lo íntimo. “He intentado producir una pintura que fuera a la vez humana y regia, continuando la tradición del retrato real”, declaró Kuhfeld en un comunicado.

El retrato busca insertar al rey en una narrativa más clásica del poder real, después del impacto visual del primer retrato firmado por Jonathan Yeo , en el que el fondo rojo intenso desató memes, críticas y especulaciones sobre su carga simbólica. Este nuevo cuadro, en cambio, fue recibido con alivio y entusiasmo en redes sociales. “Por suerte, no es completamente rojo”, comentó un usuario, mientras otro elogió su belleza y sobriedad.

Junto al retrato de Carlos, también se presentó el retrato de coronación de la reina Camila , obra del artista Paul Benney , conocido tanto por sus retratos fotorrealistas como por sus incursiones en el arte más abstracto. En la pintura, Camila aparece con su vestido de coronación blanco con bordados dorados, mirando al espectador con una expresión serena pero firme. La obra destaca por su nivel de detalle y su intención de capturar lo emocional en medio del boato. “Quise reflejar la grandeza histórica del momento, pero también su humanidad y empatía”, dijo Benney, quien reveló que la reina posó para él varias veces en Clarence House.

Ambos artistas mantienen vínculos de larga data con la familia real. Kuhfeld ha pintado al rey desde los años 80, cuando el entonces príncipe de Gales le encargó retratar a sus hijos Guillermo y Enrique. Benney, por su parte, ya había trabajado con la reina Isabel II y recientemente realizó una serie de retratos de sobrevivientes del Holocausto a pedido del propio Carlos.

https://twitter.com/SkyNews/status/1919786483772489978
Comparte si te ha gustado

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Previous post Los looks más impactantes de la Met Gala 2025
Next post ¿El fin de la menopausia?