Las siestas durante el día se consideran beneficiosas para la salud, especialmente para mujeres maduras, según varios estudios. Se resalta su impacto positivo en la salud mental y las habilidades sociales. Dormir al menos ocho horas ininterrumpidas por la noche es crucial para el bienestar, ayudando al cerebro a recuperarse del estrés diario y previniendo problemas como la presión arterial alta y la obesidad, según los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.
Las personas que no duermen lo suficiente tienden a experimentar problemas de salud graves, incluidas enfermedades cardiovasculares y obesidad. Las siestas compensatorias parecen tener un mayor efecto en mujeres de mediana edad que en jóvenes, según un estudio. Dormir durante el fin de semana mejoró aspectos de la calidad de vida como el bienestar psicológico, aunque periodos de sueño más prolongados se asociaron con una disminución en la capacidad de autocuidado.
Aunque las siestas cortas pueden ser beneficiosas, dormir más de 30 minutos con frecuencia puede aumentar el riesgo de presión arterial alta y problemas de peso.Los resultados del estudio también registraron alteraciones en el sistema circadiano y la respuesta del cortisol al despertar (CAR) como factores relacionados con las siestas largas y el aumento de obesidad. Se observa que comportamientos como fumar y el tamaño de las comidas pueden modificar los niveles de cortisol y, en consecuencia, influir en la sensación de hambre y la obesidad central.
Para prevenir estos problemas, la investigación destacó que las siestas cortas, inferiores a 30 minutos, pueden ser más apropiadas para mantener un estado de salud óptimo y reducir el riesgo cardiovascular, en contraposición a las prolongadas que pueden causar efectos negativos inmediatos y a largo plazo.
