La decisión se fundamenta en que Harvard habría permitido “un ambiente inseguro” en el campus, con supuestos actos de acoso y violencia hacia estudiantes judíos por parte de “agitadores antiestadounidenses y proterroristas”. El Departamento de Seguridad Nacional remarcó que “la matrícula de estudiantes extranjeros es un privilegio, no un derecho”, y advirtió a otras universidades que podrían enfrentar consecuencias similares.

La matrícula anual en Harvard asciende a casi 87.000 dólares con alojamiento incluido, y los estudiantes internacionales suelen pagar una proporción significativa de esos costos.