Durante décadas, el consumo problemático de alcohol fue considerado una problemática predominantemente masculina. Pero los tiempos han cambiado. Hoy, las mujeres beben casi tanto como los hombres. Y lo que muchos no saben es que sus cuerpos paganos un precio mucho más alto.

En Estados Unidos, las muertes relacionadas con el alcohol están aumentando más rápidamente entre las mujeres que entre los hombres. Según cifras oficiales publicadas en 2024, las muertes femeninas vinculadas al alcohol subieron un 35% , mientras que entre los hombres el aumento fue del 27% . Esta tendencia refleja una realidad inquietante: la brecha de género en el consumo de alcohol se está cerrando, pero con consecuencias desproporcionadas para las mujeres.
Las estadísticas del gobierno estadounidense muestran que el 45% de las mujeres reportaron haber bebido alcohol en el mes anterior, en comparación con el 50% de los hombres . Particularmente preocupante es el grupo de mujeres entre 30 y 40 años , que actualmente superan en el consumo a sus pares masculinos.
🥂 ¿Por qué están bebiendo más mujeres?
“Es legal, fácil de conseguir y no es un tabú en la sociedad, por lo que las mujeres se sienten menos preocupadas por beber”, explica Dhruti Patel, psiquiatra especializada en adicciones de la Universidad de Miami.
A esto se suma una cultura que promueve el consumo de alcohol como una vía para relajarse o socializar. Expresiones como “vino para mamá” o “coraje líquido” han contribuido a una normalización peligrosa del alcohol, especialmente entre mujeres jóvenes, profesionales y madres.
También influyen factores culturales y económicos: el consumo ha crecido entre mujeres negras y latinas jóvenes , sobre todo entre aquellas que emigran a Estados Unidos y se ven inmersas en una cultura donde beber es socialmente aceptado.
Las mujeres no solo están bebiendo más: también sufren consecuencias más graves con menos cantidad. La razón está en la fisiología. El cuerpo femenino contiene más grasa y menos agua que el masculino, lo que provoca que el alcohol se concentre más y tarde más en eliminarse. Además, las mujeres tienen menos enzimas para metabolizarlo , y las fluctuaciones hormonales pueden amplificar sus efectos.
Estudios recientes indican que mientras los hombres deben consumir más de tres copas diarias para elevar su riesgo de mortalidad, en las mujeres basta con dos para aumentar significativamente ese riesgo.
Las enfermedades asociadas al consumo en mujeres son múltiples:
- Cáncer de mama
- Daños hepáticos acelerados
- Enfermedades cardiovasculares
- Problemas neurológicos
- Trastornos del sistema inmunológico
En 2023, la Organización Mundial de la Salud fue contundente: no existe un nivel seguro de consumo de alcohol . Incluso pequeñas cantidades aumentan el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, aneurismas o enfermedades cardíacas.
Jasmine Charbonier, una bloguera de 37 años de Tampa, Florida, comenzó a beber en la universidad. En sus treintas, llegó a tomar hasta ocho cócteles de tequila varios días a la semana. En 2023, intentó dejar el alcohol por razones estéticas, pero se encontró con síntomas inesperados: temblores, ansiedad, antojos intensos. “Me quedó completamente impactada”, dice. “Hasta entonces no pensé que tuviera una adicción”.
Su experiencia no está aislada. Muchas mujeres descubren su dependencia solo cuando intentan dejar de beber. Y a diferencia de otras adicciones, el alcohol sigue estando socialmente legitimado, incluso entre madres jóvenes y profesionales exitosas.
Las guías federales de salud en EE.UU. recomiendan que las mujeres que elijan beber no superen una copa diaria . Sin embargo, los expertos coinciden en que menos es mejor, y nada es aún mejor .
Frente a esta crisis silenciosa, médicos, investigadores y organizaciones de salud pública llaman a repensar la relación social con el alcohol, particularmente entre mujeres. Hacerlo no es una cruzada moral, sino un paso necesario para reducir las tasas de enfermedad y muerte evitables.