El juicio de Erik y Lyle Menéndez, los hermanos condenados por asesinar a sus padres en 1989 en su mansión de Beverly Hills, ha atraído una atención sin precedentes, convirtiendo un tribunal en Los Ángeles en uno de los lugares más codiciados de la ciudad. Este caso, que en su momento captó la atención del mundo entero, ha renacido con fuerza tras más de 30 años en prisión y el intento de los hermanos de conseguir su liberación.

El lunes pasado, los hermanos compararon ante el tribunal a través de una videoconferencia, una audiencia histórica pues es la primera vez que se presentan en una sala de juicio en años. La expectación fue tal que los aficionados al caso comenzaron a hacer cola a las 5:15 AM, más de cinco horas antes de que comenzara la audiencia. Sin embargo, solo 16 personas podían acceder a la sala, por lo que los funcionarios organizaron una lotería para asignar los asientos. Entre los afortunados ganadores, se encontró Peggy Savani, quien, al igual que otros asistentes, comparó la situación con un “boleto dorado”, haciendo referencia al famoso libro Charlie y la fábrica de chocolate .

La razón detrás de este renovado interés se debe, en parte, a la nueva evidencia que apoya las acusaciones de abuso sexual que los hermanos alegan haber sufrido por parte de su padre. Este elemento crucial para su defensa ha tomado una mayor relevancia en una sociedad que hoy está más dispuesta a escuchar y comprender la violencia sexual, independientemente del género. Además, la serie documental de Netflix sobre el caso ha generado una ola de interés global, lo que ha sumado a la controversia política y la cobertura mediática que rodea el juicio.

En la audiencia, varios miembros de la familia Menéndez testificaron a favor de su liberación, mientras que el juez encargado del caso pospuso la audiencia hasta enero de 2025, para permitir que el nuevo fiscal del condado revise la situación. Este retraso solo ha aumentado la expectativa por el desenlace final del caso.

La lotería de los boletos no solo convocó a residentes locales, sino también a estudiantes internacionales que viajaron desde Italia y el Reino Unido, atraídos por la oportunidad de presenciar un evento judicial que podría ser histórico. Elena Gordon, una residente de toda la vida del condado de Orange, comentó que ver cómo se reabre el caso le parecía “increíble”, ya que recordaba los juicios originales de los años 90.

Mientras tanto, las redes sociales han sido un hervidero de comentarios y teorías sobre la posible liberación de los hermanos. Christian García, una influencer de redes sociales, fue una de las ganadoras del boleto dorado y, visiblemente emocionada, compartió con sus seguidores lo que vivió en el tribunal. “Hoy ha sido una montaña rusa de emociones”, dijo, añadiendo que había tenido el presentimiento de que iba a ganar.

Este juicio no solo es importante para la familia Menéndez, sino también para el sistema judicial de Estados Unidos, pues plantea preguntas sobre la evolución del trato hacia la violencia doméstica y el abuso sexual. Mientras el caso continúa, Los Ángeles sigue siendo el centro de atención, con la esperanza de que este juicio define el futuro de los hermanos Menéndez y su lugar en la historia judicial del país.