El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido bajar el tono en su enfrentamiento con el príncipe Harry. Tras haber insinuado en el pasado que podría tomar medidas en su contra, ahora ha declarado que no tiene intención de deportarlo. “No quiero hacerlo. Lo dejaré en paz, ya tiene suficientes problemas con su mujer”, afirmó el mandatario, y luego lanzó una crítica directa contra Meghan Markle: “Ella es terrible”.

Hace un año, Trump había acusado a Harry de “traicionar a la reina” y sugirió que si había mentido en su solicitud de visa sobre su consumo de drogas, “se tomarían las medidas apropiadas”. Sin embargo, ahora parece haber cambiado de opinión, al menos temporalmente.
Por otro lado, el presidente no escatimó en elogios hacia el príncipe Guillermo, a quien conoció en diciembre durante la reapertura de la catedral de Notre Dame en París. “Creo que es un buen tipo”, comentó Trump.
En varias apariciones, incluyendo su discurso inaugural y un partido de hockey, Harry y Meghan intercambiaron muestras de cariño en público. La imagen de los duques besándose en la inauguración ha sido interpretada como una reafirmación de su relación, pese a las críticas y especulaciones que los rodean.