La noche del lunes prometía ser una velada de celebración y música en el emblemático club Jet Set de Santo Domingo. Pero en cuestión de segundos, se convirtió en una tragedia nacional. El techo del recinto colapsó durante un concierto del reconocido cantante de merengue Rubby Pérez, dejando un saldo fatal de 221 muertos y 189 personas rescatadas con vida.

El club, que reunía cada lunes a figuras de la política, el deporte y la sociedad dominicana, terminó reducido a escombros. Las autoridades confirmaron que no queda ninguna persona desaparecida. “El país está de luto”, dijo Juan Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencia, visiblemente conmovido. Entre lágrimas, agregó: “Hoy concluimos la tarea más difícil que he tenido en 20 años al frente del centro”.
Rubby Pérez, cuyo cuerpo fue encontrado entre los restos del edificio, fue despedido este jueves en un velorio multitudinario en Santo Domingo. Cientos de fanáticos, colegas y familiares se acercaron para rendirle homenaje al artista, recordado por su voz potente y su calidez humana.
El caso ya pasó a manos de la fiscalía para su investigación. Mientras tanto, la nación entera llora no solo la pérdida de uno de sus íconos culturales, sino también la de más de doscientas vidas que se apagaron trágicamente en una noche que debía ser de alegría.