El caso sacudió a EE.UU. y visibiliza un problema silencioso: el ahogamiento sigue siendo la principal causa de muerte en menores de 4 años.
La tragedia golpeó de lleno a una de las familias más conocidas de TikTok. Emilie Kiser, influencer estadounidense con casi cuatro millones de seguidores, está atravesando uno de los momentos más devastadores de su vida: su hijo Trigg, de tan solo tres años, murió tras ser hallado inconsciente en la piscina de su casa el 13 de mayo. El pequeño fue reanimado y trasladado al hospital, donde permaneció en estado crítico durante varios días, hasta que falleció el pasado domingo.

El caso está siendo investigado por la Policía de Chandler, Arizona, que aún no ha revelado si se trató de un descuido doméstico, un accidente inevitable o si existió algún otro factor. Mientras tanto, millones de personas en redes sociales —incluidos seguidores y detractores de la influencer— siguen el caso con atención y debate.
Lo que parece claro es que la muerte de Trigg reaviva una conversación urgente: la de la seguridad en piscinas domésticas. Según los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades), el ahogamiento es la causa número uno de muertes en niños de entre 1 y 4 años en EE.UU. Pese a las campañas de prevención, los datos no bajan.
Kiser y su esposo Brady, padres también de un recién nacido, habían construido en redes una imagen de familia ideal: jóvenes, creyentes, carismáticos. Compartieron rutinas, recetas y consejos sobre crianza. Ahora, enfrenta el dolor más difícil, bajo la exposición que impone la fama online.